A casi una semana de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la virtual presidenta presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, dieran el banderazo de salida al inicio formal de operaciones en la refinería Olmeca de Dos Bocas, la alcaldesa de Paraíso, Anita Castellanos, acusó que el complejo petrolero, lejos de dejar dividendos al municipio, sólo ha dejado daños colaterales.
La edil paraiseña acusó además a la gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle, quien estuvo al frente de la construcción de la refinería, de llevarse los recursos que le correspondían a Paraíso.
"La refinería está trayendo daños colaterales a los que vivimos cerca. Hoy estamos viendo la problemática que tenemos en el medio ambiente, los pescadores todo lo que están sufriendo por las pérdidas en todas sus cooperativas que tenían de ostión, de pescado", explicó Castellanos.
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Sobre Rocío Nahle, expresó: "La ingeniero Nahle qué bueno que ya se fue, pero se fue con todos los millones de pesos que le correspondían al municipio de Paraíso, los cuales, a nosotros, de las 400 empresas instaladas en el municipio, jamás percibimos un peso; fueron pocas, y las puedo contar con los dedos de la mano, las empresas socialmente responsables que pagaron los impuestos que tenían que pagar a través de Finanzas del municipio".
Reiteró además que la factoría no ha dejado ningún dividendo al municipio costero, sino por el contrario, ha ocasionado daños que con el tiempo se irán acrecentando: "Mucha gente dice: 'No, es que hay mucho dinero porque Pemex...'; discúlpenme y se los digo públicamente: La refinería no nos ha dejado dividendos a nosotros; solamente los daños colaterales y apenas los estamos empezando a vivir los ciudadanos paraiseños. Todo lo que viene van a haber daños; la gente que vivía de la pesca, ¿De qué va a vivir ahora?".
Cabe recordar que el pasado 23 de julio de 2024, pescadores de la comunidad Andrés García reportaron la muerte masiva de peces en el río Seco, cercano a la refinería de Dos Bocas, lo cual les representó una pérdida de alrededor de 150 mil pesos; aseguraron que la contaminación producida por la planta petrolífera es la causa de la mortandad.
Los pobladores señalaron que en los últimos meses han notado rastros de aceite en la superficie del río tras la llegada de la refinería. Además, han encontrado peces llenos de aceite y grasa.
Una semana después y previo a su arranque oficial, otro fenómeno ocurrió con las aguas del mismo afluente, pero ahora en la villa Puerto Ceiba: las aguas amanecieron de un color café que en algunas áreas se tornaba rojizo.
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Pobladores nuevamente refirieron que desde que se instaló la refinería "el color empezó a cambiar, pero nunca se había visto de este color”, acusó el encargado de un restaurante turístico, quien añadió que por las mañanas, el agua huele feo.
Durante la visita del presidente al complejo petrolero, varios de los agraviados buscaron acercarse a él para plantearle sus demandas, pero esto no fue posible, por lo cual adelantaron que viajarían a la Ciudad de México en busca ser atendidos por el primer mandatario.