Circular sobre el puente ‘Grijalva IV’ se ha convertido en una trampa mortal para los conductores, tanto de vehículos como de motos y bicicletas, quienes deben hacer “malabares” para atravesar la estructura que prácticamente esta partida en dos.
El paso, que está ubicado dentro de la colonia Casa Blanca, se encuentra en severo estado de destrucción, y por ende con una urgente necesidad de rehabilitación, debido a que los coples del cabezal se encuentran cada vez más separados, y entre ellos se puede apreciar una zanja de aproximadamente unos 30 centímetros.
Ante ello, los automovilistas deben pasar “a vuelta de rueda” para no terminar atrapados en la zanja, situación que genera intensos congestionamientos viales, sobre todo en horas picos y tomando en cuenta que es una paso de unidades de carga pesada como trailes y volteos.
“Se hace mucho tráfico, a la hora de la comida y cuando salen del trabajo más, es una problema de verdad, porque a aparte los carros algunos se han ido, y las motos pasan pero con miedo”, indicó el señor Marcelo Pinto Mayo, trabajador en un taller mecánico de la zona.
Anexó que hace unos dos meses una combi del servicio de transporte público quedó atrapada dentro de la abertura y tuvo que ser rescatada por otros automovilistas que detuvieron su marcha ante lo ocurrido.
“Se fue la combi, pensó quizá que si pasaba pero lo hizo muy lento y no tomó impulso, es que ese es el tino, no puedes pasar tan rápido pero tampoco tan lento, todo va medido porque si no te quedas atracado”, puntualizó.
Tras un recorrido de este medio de comunicación se pudo constatar tal situación, al encontrar una abertura significativa, en donde desde la superficie se puede observar basura y demás desechos.
En tanto, durante la permanencia de este matutino los automovilistas, desde sus unidades, lamentaron la situación y pidieron a las autoridades correspondientes que se ponga en marcha una solución, pues en cualquier momento la estructura puede colapsar.
“El gobierno debería mandarlo a reparar, eso es lo que deberían hacer pero ya, antes que un poco de gente se caiga y se mate”, gritó uno de los conductores mientras avanzaba lentamente por la abertura del aproche.