Tras señalar que la dirigencia estatal priista no debe quedar en manos de apellidos “aristócratas”, el exdiputado federal, Abenamar de la Fuente Lazo, consideró que este proceso de renovación del Comité Directivo Estatal tiene que ser “campechaneado”.
Es decir, que se consulte a cierto nivel de las bases y también a los militantes que cuentan con una vasta experiencia sobre lo que es el quehacer político en la entidad, y desde luego el país.
“Si fuera por consulta a las bases sería un acto democrático, que a lo mejor diera resultado, pero a veces la base no tiene la percepción clara de cómo implantar las acciones en su sistema político actual”, expuso.
Y es que a decir del expresidente municipal de Huimanguillo, el PRI no está en estos momentos para improvisaciones, por lo que no se puede dejar a una sola parte de la militancia la decisión de colocar a una nueva dirigencia en Tabasco.
Cuestionado acerca de quién o quiénes serían buenos prospectos para ocupar el cargo, De la Fuente Lazo indicó que hay que estudiar los perfiles, sin embargo sería bueno que no ocuparan el CDE los mismos de siempre, aquellos con apellidos conocidos que en realidad son los que tienen sumido al partido en la crisis que hoy atraviesa.
“No necesitamos que sean tan intelectuales, ni bonitos; hay que buscar el retrato que se le acomode al cuadro para que se pueda lograr un buen oficio político, no necesitamos apellidos predominantes de aristócratas”, expuso.
Aquí -refirió- lo importante es que quien sea electo se vaya a trabajar a los municipios, y desde ahí se haga la estructura para formar comités que vengan desde las bases, y se haga sentir desde la cúpula las necesidades a fin de obtener militantes leales.