Del 29 de mayo al 21 de julio de 2017 se levantó el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) 2017, cuyo objetivo es generar información estadística para conocer la prevalencia del ciberacoso1 entre las personas de 12 a 59 años de edad (usuarias de Internet en cualquier dispositivo), la situación de ciberacoso vivida y su caracterización.
Situaciones de ciberacoso experimentadas en cuestionario MOCIBA 2017
Recibir mensajes ofensivos, con insultos o burlas; Recibir llamadas ofensivas, con insultos o burlas; Que una persona publique información personal, fotos o videos (falsos o verdaderos) para dañar; Ser criticado(a) o que se burlen en línea por su apariencia o clase social; Recibir insinuaciones o propuestas de tipo sexual; Que una persona se hiciera pasar por usted para enviar información falsa, insultar o agredir a otros; Ser contactado(a) por medio de nombres falsos para molestarle o dañarle; Ser vigilado en sus sitios o cuentas en Internet; Ser provocado para que reaccione de forma negativa; Recibió fotos o videos con contenido sexual que le molesto.
El MOCIBA 2017 presentó resultados que muestran la prevalencia de ciberacoso ocurrido los doce meses previos al levantamiento de la encuesta y caracteriza a la población que lo ha experimentado a través de las diferentes situaciones de acoso declaradas2.
Además, trata de establecer la identidad y sexo de la persona que lo lleva a cabo, la intensidad de ciberacoso y el impacto causado en la víctima.
Incluye el porcentaje de la población que declara prevalencia del ciberacoso por entidad federativa, el principal tipo en cada una de ellas, las acciones tomadas contra el ciberacoso experimentado y las medidas de seguridad que realiza la población usuaria de Internet para proteger su información y equipos.
RESULTADOS
En México, la población de 12 a 59 años de edad estimada por la ENDUTIH es de 84.5 millones de personas. De ese total, 73% utilizó Internet en cualquier dispositivo en los últimos tres meses.
De la población usuaria de Internet, 16.8% declaró haber vivido, en los doce meses previos al levantamiento del MOCIBA 2017, alguna situación de acoso cibernético por las que se indagó, siendo ligeramente mayor para mujeres (17.7%) que para los hombres (16 por ciento).
Los adolescentes y jóvenes son los más expuestos: uno de cada cinco usuarios de 12 a 29 años, señalaron haber vivido algún tipo de ciberacoso.
Por entidad federativa, la mayor prevalencia de ciberacoso se registró en Tabasco, con un 22.1%, seguido de Veracruz, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes e Hidalgo.
Tanto hombres como mujeres que vivieron alguna situación de ciberacoso en los últimos doce meses utilizan Internet en promedio una hora o más en relación con aquellos que no vivieron ciberacoso.
Las situaciones experimentadas con mayor frecuencia por la población que ha vivido ciberacoso fueron recibir mensajes ofensivos (40.1%), ser contactados mediante identidades falsas (31.4%) y recibir llamadas ofensivas (27.5 por ciento). Varias de las situaciones de acoso cibernético presentan un porcentaje similar en la distinción por sexo. Las mujeres están más expuestas a sufrir dos tipos de situaciones: insinuaciones o propuestas sexuales con 30.8% declarado por ellas, contra 13.1% de los hombres; y recibir fotos o videos de contenido sexual con un 23.9% versus 14.7 por ciento.
El 54% de la población de 12 a 59 años de edad que declaró haber vivido ciberacoso en los últimos doce meses, experimentó más de una situación de las diez consideradas por el módulo, mientras que el 46% experimentó solo una de ellas.
En 58.8% de los casos de ciberacoso no se identifica a las personas acosadoras, mientras que en 41.2% si se logra determinarlo: personas con las que no existe una relación cercana, es decir, conocidas de poco trato o solo de vista (46.4%); personas cercanas o en quien se pudiera estar confiando, como son los amigos(as) (32.7%), compañeros(as) de clase o trabajo (22.8%) y finalmente con los que tienen o tuvieron vínculos más estrechos como ex parejas o familiares (22.3 por ciento).
De la población que declara conocer el sexo del agresor, se identifica que en mayor porcentaje resulta ser un hombre, tanto para las mujeres como para hombres que declararon identificar al ciberacosador.
Los efectos que ocasiona son principalmente de enojo (66.9%), desconfianza (43.2%) e inseguridad (29.3%); y, de acuerdo a lo declarado solamente un 10.8% dijo no sentir afectación.
De acuerdo con los resultados se identifica que lo más frecuente es bloquear (a la persona, cuenta o página), seguida de ignorar o no contestar, eliminar la publicación, el mensaje o video y cambiar o cancelar número telefónico, cuenta o contraseña.
El 68.3% reportó que realiza alguna medida de seguridad para proteger su computadora, tablet, celular o cuentas de Internet, mientras que el 31.7% declaró no realizarlas.
La población que realiza medidas de seguridad para protegerse reportó como medida principal crear o poner contraseñas (claves, huella digital, patrón, etcétera) con un 90%, seguida por instalar o actualizar programas antivirus, cortafuegos o antiespías (47.6 por ciento).
El MOCIBA se levantó en 2015 y 2016 también como estadística experimental con la finalidad de investigar sobre la temática para generar información que sea útil para promover iniciativas para prevenir, atender y erradicar el ciberacoso.