Por tratarse de equipos obsoletos y de poca capacidad, la empresa productiva del estado Petróleos Mexicanos (Pemex) busca la construcción de una nueva planta de tratamiento de efluentes producto de la separación del petróleo dentro de la Terminal Marítima Dos Bocas, sin especificar el tiempo estimado para su construcción. La licitación lanzada hace unos días tiene como objetivo la reconfiguración de la planta de tratamiento de efluentes en la Terminal Marítima Dos Bocas para garantizar que las descargas de aguas vertidas al mar cumplan con la normatividad ambiental.
La petrolera mexicana justifica la necesidad de la obra en que la actual Planta de Tratamiento de Efluentes (PTE), fue diseñada para el tratamiento de las aguas aceitosas de las diversas áreas de la Terminal Marítima, sin embargo, la ampliación y diversificación de actividades ha llevado a recibir aguas congénitas, producto del procesamiento del crudo, para lo que no fue diseñada, así como de otras corrientes que terminan demandando mayor capacidad y tiempo de tratamiento, consumo adicional de químicos y con ello, mayores costos de operación.
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A todo esto hay que sumar que la PTE fue construida junto con la Terminal hace más de 40 años con la tecnología que existía en ese tiempo. La persona que gane la liictación debe contemplar la elaboración de la Manifestación de Impacto Ambiental y su seguimiento ante la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Ambiente del sector Hidrocarburo (Asea) hasta obtener la aprobación del proyecto, para después proceder con el inicio de los trabajos, que en los documentos publicados por la empresa petrolera mexicana no considera tiempo estimado para terminación de la nueva PET, y sólo anuncia que en el contrato se plasmarán las fechas de inicio y de terminación de la obra que tendrá una capacidad de 75 mil barriles diarios de tratamiento.
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En la convocatoria publicada el 13 de junio del año en curso, se menciona que el fallo será emitido un mes y medio después, el 28 de julio, iniciando con los estudios previos para obtener las autorizaciones que requiere la obra, por lo que será en los primeros meses del 2024 que la primera piedra será colocada, con lo que Pemex pretende cumplir con los límites permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales a cuerpos de aguas nacionales, así como evitar efectos adversos al medio ambiente y a la salud humana por aguas congénitas.
Algo que hasta ahora se ha evitado empleando químicos y con el control de las descargas al mar, según lo plasmado en los documentos publicados por la petrolera. No es lo único a lo que ha convocado Pemex en Dos Bocas en este mes; una semana antes de la PET, también abrió convocatoria para la elaboración del atlas de riesgo al cambio climático y modelo de inundaciones en el área de influencia de la Terminal Marítima Dos Bocas.