En Tabasco no hay un procedimiento legal de reconocimiento de la identidad de género, lo cual propicia que las personas trans sean discriminadas al acceder a empleos y servicios de salud, educación y transacciones financieras. De acuerdo a un informe publicado por Human Rights Watch y el Centro Comunitario para la Inclusión, en la entidad hace falta un procedimiento administrativo que no sea complicado, para que las personas trans puedan reflejar con exactitud su identidad de género autopercibida en sus documentos oficiales.
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El reporte hace énfasis en las desventajas socioeconómicas que parece este sector de la población por la falta de correspondencia entre su identidad de género y sus documentos oficiales, lo que aunado a los prejuicios de la sociedad, provoca discriminación, acoso y violencia hacia las personas trans.
Para el investigador sénior de HRW, Cristian González, "el derecho mexicano reconoce inequívocamente el derecho de las personas trans al reconocimiento de su identidad de género y cualquier demora por parte de las autoridades tabasqueñas para reformar sus leyes y políticas prolonga innecesariamente las dificultades a las que se enfrentan las personas trans en su vida cotidiana. Las autoridades de Tabasco deberían enviar una señal firme de que respetan el Estado de derecho, defendiendo el derecho de las personas trans a la autoidentificación y la no discriminación, como ya lo han hecho muchos otros estados mexicanos”.
Desde 2019, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) admitió el reconocimiento legal de la identidad de género, por lo cual las autoridades deben garantizar que las personas trans puedan actualizar su documentación legal a través de un proceso administrativo que deberá ser privado, sencillo, expedito y con la protección adecuada de la identidad de género. Hasta el momento, sólo 24 estados han armonizado sus leyes para cumplir con dicha disposición, entre los cuales no figura Tabasco.
Personas trans de Tabasco narran vejaciones
El año pasado, HRW y el Centro Comunitario para la Inclusión entrevistaron a 23 personas trans de los municipios de Centla, Jalpa de Méndez, Tenosique y Centro, quienes compartieron las vejaciones que padecieron debido a que sus documentos de identidad no reflejaban lo que mostraban en su aspecto físico. Así, señala que una mujer trans de Jalpa de Méndez, quien se tituló como licenciada en psicología, no había podido ejercer su carrera. "Me gradué, pero seguí trabajando en [una empresa de ventas]. Incluso cuando llevé fotos y papeles [como prueba de identidad], siempre fue muy complicado para los empleadores".
Caso similar el que enfrentaron estas personas con el personal de salud, incluidos médicos, quienes les exponían como trans al referirse a ellas con sus nombres legales en la sala de espera, además de someterlas a onerosos interrogatorios sobre sus identidades, humillarlas y, en algunos casos, se burlaban abiertamente de ellas. También en los planteles escolares describieron recibir un trato discriminatorio de profesores y compañeros, quienes los acosaban, intimidaban e infringían otros ataques por la misma situación, causándoles en muchos casos daños en su salud mental.
Incluso para realizar transacciones financieras acusaron padecer la misma situación, en donde los empleados bancarios se negaban a tramitarlas porque no creían que sus documentos de identidad realmente fueran de ellos.