A 48 horas de los festejos de Navidad, habitantes de diversas colonias y rancherías, se han desbordado hacia el primer cuadro de la ciudad en busca de ropas, zapatos y otros utensilios a usar en la gran velada de fin de año.
La movilidad en las calles demuestra que el exhorto de autoridades de la Secretaría de Salud no se ha respetado, en cuanto al mensaje de “quédate en casa; el uso del cubre boca, y la sana distancia”, y de ignorar aún, los mensajes constantes en medios de comunicación sobre el “rebrote” del coronavirus, en el que a diario se registran más de cien contagios positivos.
Niños y adultos mayores entre la aglomeración
Este mediodía, el centro de la ciudad, o la llamada Zona Luz, estaba atiborrada de gente; gentes que incluyó a niños y adultos mayores, estos últimos los que más son propensos al virus y también, aunque suene lamentable o duro, propensos a morir.
A 48 horas de la “Feliz Navidad”, el caos en la ciudad es claro, evidente; la gente se está desbordando hacia la zona y se suma a esto, el tránsito vehicular; el otro caos, el vial.
En los sitios de taxis, se aprecian las largas filas de pasajeros que buscan trasladarse a sus domicilios; no hay taxis; el servicio es poco, lento; de hecho, como que se aprecia que taxistas no quieren operar desde ese punto de control, sino que se van por la “libre”.
Así el momento decembrino en el primer cuadro de la ciudad, en donde el ajetreo ciudadano es estresante y desesperante; la gente quiere comprar ropa, comprar zapatos, comprar, y aunque suene increíble, tiene que esperar, esperar su turno en algunos comercios de la zona. De la sana distancia; del coronavirus, ya nadie se acuerda y creen que eso, pasó a la historia y desconocen pues lo del rebrote.