Molestia ha ocasionado entre los paraiseños la polvareda incesante que deja el constante ir y venir de los camiones de volteo cargados con material o tierra extraída del terreno donde se construye la refinería.
Francisca Sánchez López, oriunda del municipio, se quejó de que todos los días las familias tienen que estar lidiando con el polvo que levantan las pesadas unidades por las calles, avenidas o carreteras por donde estas pasan.
Y es que por el camino van dejando tirados los montones de tierra que se salen de las cajas y que, a la postre se convierten en largas nubes de polvo que caen dentro de las casas, encima de los vehículos o se meten a los establecimientos comerciales.
Los que más se quejan son los dueños de negocios dedicados a expender comida corrida.
Ante esta situación, los vecinos tienen que rociar con mangueras o a cubetazos las arterias de la ciudad precisamente para aplacar la molesta polvareda. Sólo descansan cuando llueve y tierra permanece mojada por unos días.
“Ya estoy cansada de estar echando agua y agua a la calle, y esto no se va a acabar hasta que terminen de sacar tierra de los terrenos de la refinería, todo este polvo afecta nuestra salud, nos afecta, no es que estemos en desacuerdo con la construcción pero es molesto tener que soportarlo”, dijo.
Asimismo, señaló que cuando empiecen las lluvias con ganas los caminos van a sucumbir al reblandecerse la tierra con el enorme peso de los camiones de volteo.