Las reformas aprobadas por el Congreso Local a diversas disposiciones del Código Civil y de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Tabasco, donde queda prohibido que los padres de familia o quienes ejerzan la patria potestad, ejerciten algún tipo de violencia física, psicológica o de cualquier tipo a los menores, han causado discusión entre los padres de familia.
Y es que mientras unos señalan que los correctivos físicos en ocasiones son necesarios para la formación educativa de los niños, niñas y adolescentes, siempre cuando se hagan con moderación; otros aplauden las reformas al destacar que no se necesitan golpes para que los hijos se conduzcan por las vías de lo correcto.
En una encuesta ciudadana realizada por el equipo informativo de El Heraldo de Tabasco, se pudo constatar tal polémica entre los tutores tabasqueños, no obstante, la inclinación se da hacia los comentarios a favor de estas reformas, que establecen tajantemente como prohibido el uso de castigo corporal o cualquier otra medida de corrección que atente contra la dignidad humana, observando en todo momento el interés superior del niño.
Karina Bautista es madre de dos pequeños en nivel prescolar, y señaló que en su caso ha aplicado correctivos de conducta como prohibirles la televisión o las golosinas, más no actos que estén relacionados al maltrato físico.
Si hay castigos que se deben hacer, pero no a llegar al grado de golpear o maltratar hasta que saquen sangre, hay castigos como prohibirle cosas. En mi caso es que los siento en las escaleras, en la silla o en el mueble, les prohíbo televisión, dulcitos, sabritas, lo que a ellos les gusta
No obstante, en el caso de Sandra Martínez Montejo, madre de familia, su opinión distó de las antes expuestas, al indicar que “unas nalgadas” cuando cometen un acto indebido no están mal, siempre y cuando se haga con moderación.
Finalmente, expuso que muchos de los hoy adultos fueron criados de esta forma, y a su parecer, no se les hizo un mal.
Es una contradicción porque antes nuestros papás así nos corregían y siento que no nos hicieron un mal, estoy de acuerdo en cierta parte, darles sus nalgadas cuando realmente lo requiera y lo merezca, porque mira, ahorita como está la delincuencia