Desde hace un año, Carmen “N” ha enfrentado decenas de batallas contra el Covid 19, desde la primera línea de fuego. Un consultorio particular, de una de las múltiples cadenas farmacéuticas que ofrecen este servicio a la población.
Aunque hasta el momento ha salido airosa de todas, permanece en ella la molestia por haber sido excluida del segmento de la población a la que le tocará la aplicación la vacuna, una vez que se termine con los mayores de 60 años de edad.
A sus casi 40 años de edad, está consciente del riesgo de su profesión por lo que también sabe de la urgencia por las vacunas.
Lamentablemente las nuevas medidas del gobierno federal de vacunar primero a integrantes del magisterio no le favorecen a ella, que en los meses más álgidos de la pandemia llegó a tener contacto hasta con 7 personas al día contagiadas de coronavirus.
LA FEDERACIÓN ROMPIÓ LAS REGLAS, ACUSAN
Al igual que Carmen, Fabiola “N” presta sus servicios como médico en una clínica privada, y aunque ya recibió la primera dosis de la vacuna anticovid, opina que es injusto que el personal de la salud no haya sido considerado como prioritario a la hora de iniciar este proceso.
Esto a pesar de que los hospitales privados también atienden pacientes Covid-19, y solamente el personal de tres hospitales del estado ha recibido el esquema completo de vacunación.
“Para empezar es un mal programa por parte del gobierno que quiera vacunar a los maestros cuando toda la población privada de personal de la salud no tiene vacunas, y aunque ellos digan que no somos la primera línea, eso es una vil mentira, porque gracias a nosotros no se han saturado ni colapsado los sistemas salud públicos”, señala Carmen, poco antes de dirigirse a una farmacia del Centro de Villahermosa en donde da consultas.
Es un mal programa por parte del gobierno que quiera vacunar a los maestros cuando toda la población privada de personal de la salud no tiene vacunas
Carmen “N”, agraviada
“Cuando el pico de covid, estamos hablado de enero para acá, diariamente llegaban al consultorio de 5 a 7 pacientes sospechosos, entonces esos pacientes no iban al hospital por miedo a que los entubaran y se complicara, entonces, ¿a quién buscaban?, al médico privado, entonces es una incongruencia que digan que no somos primera línea, cuando gracias a nosotros muchos pacientes han salido, y con prueba positiva de Covid”, expresa.
En su caso, refiere que ha atendido pacientes con una saturación de 70 a 75, pero ha logrado sacarlos adelante: “Están vivos, obviamente con sus secuelas postcovid pero hemos sacado el trabajo, y que ni siquiera nos tomen en cuenta, es una grosería”.
Visiblemente molesta agrega que “ahora quieren vacunar a los maestros y regresar a los alumnos a la escuela, pero qué va a pasar con esos padres de familia que quizá no sean adultos mayores, pero sí de 40 a 50 años, y que son diabéticos e hipertensos que no tienen la vacuna, que van a hacer esos niños, llevar, traer y contagiar y habrá más casos de brotes nuevos”.
Por ello, considera que las dependencias federales y estatales deben contar con un buen plan de salud y de vacunación, porque si no va a seguir igual, “es importante la vacuna, pero que se la apliquen a quienes realmente lo necesitan, cuántos compañeros han muerto, cuando se pudo haber evitado vacunándolos”, comenta.
La estrategia inicial del gobierno era buena, la vacunación por escalafones, si ese protocolo se hubiera seguido tal cual; el cien por ciento de los médicos, tanto privados como públicos, ya estuvieran vacunados
Fabiola “N”, agraviada
Por su parte, Fabiola, quien también pide el anonimato por miedo a que la corran de la clínica donde trabaja desde hace 5 años, coincide con que es injusto que se haya ignorado al personal de salud del sector privado.
“La estrategia inicial del gobierno era buena, la vacunación por escalafones, si ese protocolo se hubiera seguido tal cual; el cien por ciento de los médicos, tanto privados como públicos, ya estuvieran vacunados”, manifiesta.
Sin embargo, dijo que se rompieron las reglas en el momento en que se anunció la vacunación para el magisterio, cuando se supone que los maestros estaban en receso, bajo resguardo; “entonces no tendrían todavía la necesidad de ser vacunados, por tanto hoy en día hay falta de vacunas para médicos, tanto de médicos privados como públicos”, argumenta.
Por si fuera poco, indica que luego se dio un salto al empezar a vacunar a los mayores de 60 años y también todos estaban en resguardo; “entonces si van rompiendo reglas, si se van saltando los escalafones como estaban propuesto desde el principio, lógicamente va a haber un desabasto”.
De este modo, opina que los tiempos no concuerdan con los que ellos habían propuesto inicialmente.
Por ello, la profesional de la salud hace un llamado a las autoridades a que vacunen a los médicos de farmacias que tienen también contacto directo con pacientes Covid todos los días, además de que ellos tienen que comprar por su cuenta cubrebocas, desinfectantes, guantes y otros equipos e insumos.