Debido a los daños estructurales que presentan los salones del jardín de niños Margarita Maza de Juárez y la falta de atención por parte de las autoridades, padres de familia optaron por tomar el plantel educativo ante el temor de que la losa se derrumbe y lesione a sus hijos.
Son alrededor de 60 infantes del ejido Santa Lucía del municipio de Jalpa de Méndez los que están sin clases desde hace una semana, ya que a decir de los tutores, el techo presenta varias bretaduras y se está cayendo a pedazos, lo que pone en riesgo la integridad de los pequeños.
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Los inconformes advirtieron que mantendrán cerrado el plantel exigiendo a la Secretaría de Educación de Tabasco (Setab) y a Bienestar que atienda sus demandas y valide la obra, ya que afirman que pese a que se enviaron más de 200 mil pesos para la rehabilitación del edificio, no se hizo nada.
Al respecto, la presidenta de la Sociedad de Padres de Familia, Remedio Almeida Ruiz, expresó: "Aquí pedimos ayuda y exigimos una solución pronta, porque la losa de este jardín se cae a pedazos, debido a que las bretaduras son muchas y tememos que al mandar a los niños a clases la caiga encima y los aplaste".
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Refirió que pese a que han emitido oficios dirigidos a la Setab, no han obtenido ninguna respuesta. "También a la empresa de Bienestar, exigimos, que validen la obra, porque se suponía que ellos en la documentación pedían formalmente a un profesional que validara la obra por dos años su trabajo; pero esto no sirvió y la losa tiene bretaduras y se puede caer", recriminó.
Hace apenas seis meses que se realizaron los trabajos de remodelación del jardín a través del programa de Bienestar, sin embargo sólo aguantó entrega, ya que nuevamente las bretaduras aparecieron. Es por ello que desde el pasado martes 19 de septiembre de 2023 decidieron dejar de enviar a sus hijos, pues temen que ocurra un accidente de graves consecuencias, y a una semana no hay visos de solución.
Pero esto no es todo, ya que el inmueble presenta otros daños, como por ejemplo en la barda perimetral, la cual se encuentra en mal estado, lo que propicia que los niños se salgan a la calle. De igual forma, el desayunador escolar se está cayendo a pedazos, en donde existen varillas expuestas que podrían lastimar a cualquier alumno o personal de la propia institución. Y encima de todo, hay carencia de agua potable, pues el pozo no sirve, además de que muchos registros carecen de tapa, lo cual también es un peligro para los menores de edad.
Con información de José Vázquez