A pesar de que se han proyectado obras millonarias para desahogar el tráfico vehicular en Villahermosa, el problema se acrecienta debido a que los trabajos de construcción, aún en proceso, registran meses o años de atraso.
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La primera etapa del distribuidor vial de Guayabal, por ejemplo, debió haberse entregado el pasado mes de enero de 2022, sin embargo se prolongó hasta el mes de abril. En su momento, el gobernador Carlos Manuel Merino Campos argumentó que el retraso se debió a que había que retirar de la zona una línea de alta tensión, y no precisamente por falta de recursos.
"El retraso se debe al movimiento, que no es cosa menor, de unas líneas de alta tensión que alimentan a todo el sureste del país. Entonces mover estas líneas es algo que tiene sus dificultades propias, y eso hizo que se tuviera que dar una prórroga de 2 a 3 meses para que sea concluido”, expuso en su momento el mandatario.
Para esta obra que vendría a hacer más fluida la circulación en el Periférico Carlos Pellicer Cámara y la prolongación de Usumacinta, se estima una inversión de 400 millones de pesos.
Otra de las obras interminables es el distribuidor vial de Avenida Universidad, en el que se invierten 600 millones de pesos, debido a las dificultades que se han tenido en la construcción de los llamados deprimidos. Este proyecto se ha venido retrasando pese a que el titular de la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas (SOTOP), Luis Romeo Gurría Gurría, aseguró que se concluiría y entregaría a más tardar este mes de marzo.
Con dos meses de retraso figura también el parque lineal del malecón Leandro Rovirosa Wade de la colonia Gaviotas en la capital tabasqueña, cuya primera etapa arrancó en febrero de 2021.
Este forma parte del Proyecto de Intervención Integral del Río Grijalva, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU) en el que se invertirán 3 mil millones de pesos, y que incluye además la construcción del nuevo malecón Carlos A. Madrazo.
En total son siete kilómetros los que abarca la rehabilitación de este espacio sobre una superficie de 41 hectáreas. Pero sin duda alguna, la obra que se ha hecho eterna es la del libramiento de la ciudad de Villahermosa, supuestamente terminada al final del sexenio de Enrique Peña Nieto, pero cuya segunda etapa presentó averías que lo han hecho infuncional hasta ahora. Solamente opera la primera etapa de 23.7 kilómetros.
Son 30 kilómetros carreteros del libramiento de Villahermosa, que hasta el momento no han sido concluidos en su totalidad, puesto que lleva ya 13 años en construcción, incluso pasaron tres presidentes de la república y este aún no se termina.
Ante ello, el presidente de la Cámara Nacional de Autotransportes de Carga (Canacar) delegación Tabasco, Leonel Álvarez Cid, pidió a las autoridades federales rehabilitar y reabrir el tramo faltante para poder agilizar operaciones en este sector.
Así como también concluir con las obras de ampliación de la carretera federal Villahermosa-Cárdenas, debido a que el retraso en la ampliación y en la construcción de un puente, está provocando retrasos graves en los camiones de carga. En ese sentido, Álvarez Cid aseguró que los vehículos sufren pérdidas de tiempo y de combustible, al tener que esperar en el tráfico.
