Por más de una década alcaldes van y vienen y ninguno ha podido darle una calle digna a la cerrada de Quintín Arauz, justamente a un costado del Centro de Salud “Maximiliano Dorantes”.
Aguas negras y pestilentes es algo ya común en esta zona, donde el olor a caño lo percibe el transeúnte desde varios metros de distancia, además de caminar por este lugar, tiene que meterse de lleno entre el líquido putrefacto para llegar a su destino.
Aunque cerca de este lugar no hay casa habitación, llama la atención que estando a orillas de uno de los centros de salud más importante de la entidad, no se haya dado una reparación.
Una persona que frecuenta la zona por cuestiones de trabajo comentó, “si ahorita que no hay lluvias el paso está feo, imagínense cuando son las lluvias, pero a las personas no les queda de otra que pasar por el lugar”.
Un comerciante pidió a las autoridades que reparen los daños, ya que desde hace mucho tiempo este problema se ha mantenido y nadie ha hecho nada por solucionarlo.
Muy cerca de ahí, la calle Quintín Arauz también tiene desperfectos de aguas negras y socavones que previamente han sido dado a conocer El Heraldo de Tabasco.
Hay que mencionar que en la colonia Primero de Mayo, en los últimos meses los problemas de drenaje y calles despedazadas se ha incrementado en gran cantidad.
En la avenida Augusto César Sandino también se detecta la problemática, donde los baches se han mantenido desde hace mucho tiempo.
