Luego de ver frustrado su intento de alcanzar el “sueño americano”, una familia de migrantes venezolanos se vio obligada a instalarse este domingo 24 de septiembre de 2023 en el Parque Tomás Garrido Canabal de la ciudad de Villahermosa. Sin casa, sin techo, sin un lugar a donde ir, la familia de 11 integrantes, utilizó inclusive las aguas de la fuente del paseo de las Ilusiones para bañarse y lavar sus ropas, mismas que tendieron en la explanada que servía de escenario cerca del Musevi.
Con la laguna de las Ilusiones como mudo testigo de sus vicisitudes, algunos descansaron en las áreas verdes, mientras otros aprovecharon para internarse en el parque y disfrutar de sus atractivos naturales. A sus escasos 23 años de edad, Yorgeli Rivas es una de las migrantes que dejaron hace tres meses su país.
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“Está mal la situación allá, no hay para comer, ya no hay trabajo; y lo que cobras son 5 dólares y no te alcanza para nada; aquí uno pide colaboración y la gente le da comida a uno, nos ayudan mucho”, comenta mientras descansa junto a sus tres pequeños hijos. “Tengo tres niños de cinco, tres y un año”, agrega.
Migración frustró su "sueño americano"
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Indicó que hace tres meses salió de su país, como muchas otras personas, en busca de mejores oportunidades. “Somos 11, de los cuales tres son niños y tres adolescentes”, expresó. Sin embargo, para su mala fortuna fueron detenidos recientemente. “Íbamos en el tren pero nos detuvieron, y nos devolvió Migración; nos dejaron aquí esta mañana”, manifestó. Reconoció que ellos desconocen qué tipo de trámites se requiere realizar para regularizar su estadía en México.
“Nosotros pagamos para el pasaje, pero Migración nos devolvió del tren en la Ciudad de México y nos tuvo presos dos días, pero nos soltó hoy, y no sabemos para dónde ir”, argumentó. Yorgeli viaja con su pareja y sus hijos, pero tuvo que dejar a sus padres en Venezuela, concretamente en Barlovento Río Chico, de donde es originaria.
"Mañana Dios dirá"
La joven señala estar desesperada, pero con la esperanza de recibir ayuda, y de ahí decidir dónde se quedarán. “Donde Dios nos ponga la estabilidad, porque si Dios nos ayuda a que mi pareja y yo encontremos trabajo y nos quedemos aquí, nos quedamos aquí”, enfatizó.
Comenta que está dispuesta a trabajar para sacar adelante a sus hijos: “Sé sobre mantenimiento, sé hacer limpieza, sé lavar, sé fregar, y mi pareja sabe de todo, él sabe ordeñar vacas, mantenimiento, sabe de seguridad, sabe varias cosas”. Ante la falta de un espacio físico para asearse y lavar su ropa, usaron el Parque Tomás Garrido y algunas bancas.
“En la laguna lavé la ropa, la puse al sol y hasta nos bañamos aquí”, mencionó. No obstante, aún desconoce qué será de ellos en los próximos días. “Hoy pedimos permiso para quedarnos durmiendo en un baño aquí en el parque, ya mañana Dios dirá”, concluyó.