“Estamos en una sociedad contaminada de violencia", sostuvo el vocero de la Diócesis de Tabasco, Denis Ochoa Vidal al resaltar que las autoridades estatales se han visto rebasadas por la delincuencia, pues la serie de homicidios que se registran a diario ya no son hechos aislados, sino un problema grave de inseguridad.

No obstante, dijo que esto no quiere decir que el gobierno no esté haciendo su trabajo, más bien un problema mayúsculo, muy fuerte, que no es privativo de Tabasco, sino que afecta a muchas otras entidades federativas donde los daños suelen ser aún mucho peor.

En rueda ofrecida en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe añadió que sólo en buenos deseos quedó la promesa del gobierno del estado de que entregaría buenos resultados en materia de seguridad en el primer semestre del año.

“Las promesas de la autoridad son buenos propósitos, pero no son palabras de Dios, y el problema de la violencia no es solo de gobierno y de las autoridades sino de todos; ellos (gobierno) tienen una parte importante, pero cuando el problema rebasa ya no es solamente cosa de hacer guardias”, expuso.

Ochoa Vidal, insistió en que ha faltado desde todos los ámbitos un trabajo más serio y más profundo con la familia.

Nosotros –expuso- a nivel de Iglesia estamos trabajando la parte que nos corresponde con instrucción desde el catecismo”, abundó, mientras las autoridades tienen que buscar mejores estrategias para que permeen sobre la problemática.

Enfatizó que hay que revisar a fondo para descubrir las causas y poderlas atacar, si bien las autoridades están haciendo un esfuerzo a nivel de reprimir el delito, también hace más falta investigar las causas profundas para poder erradicarlas.