"No se puede hablar de negocios con inseguridad"

Jean Louis Bingna participó como invitado especial en el Primer Clúster Empresarial Ciudad Pemex, Tabasco, en donde disertó una conferencia sobre la economía y la paz

José Guadalupe Pérez | El Heraldo de Tabasco

  · lunes 25 de noviembre de 2019

Foto: Carlos Pérez | El Heraldo de Tabasco

A 11 mil 313 mil kilómetros de la tierra que lo vio nacer en el continente africano Jean Louis Bingna, nacido como príncipe en el palacio Bamoun de Camerún, afirma que no se puede hablar de comercio ni de negocios si no se resuelven primero los problemas de violencia e inseguridad.

El mismo vivió una situación violenta cuando opositores a su etnia que hoy gobiernan su país quisieron asesinarlo, lo que lo orilló a salir de Africa y buscar asilo político en México, en donde hoy puede caminar en paz.

Aunque su condición actual es de ciudadano camerunés refugiado en México, no pierde la esperanza de que los problemas políticos se solucionen en su país para poder regresar con su gente, que es una de las tribus más ancestrales de Africa Central

A sus 55 años de edad, el Príncipe Bantú, cono se le conoce, es soltero, aunque pudo tener 10 esposas en su país, donde la poligamia es legal, ya que reconoce que su padre llegó a tener 12 esposas.

Jean Louis Bingna asistió recientemente como invitado especial al Primer Cluster Empresarial Ciudad Pemex Tabasco, en donde disertó una conferencia sobre la Economía y la Paz, además de que contó parte de su vida la cual se encuentra plasmada en un libro queescribió durante su estancia en México, en donde radica desde 2011.

“Desde 2011 llego aquí a México, los ciudadanos me recibieron con mucho cariño, me aceptaron me dieron asilo político, apoyo moral y psicológico, todo lo que pueden dar a un ser humano para salir adelante. Llegué por los problemas políticos que tienen mi país y mi continente, es muy difícil, aprecio mucho la democracia mexicana, la libertad de expresión, México es un ejemplo de libertad, de derechos humanos, donde la gente puede trabajar sin tener muchos problemas y dificultades y puede crecer y tener una familia”, aseveró.

En entrevista con El Heraldo de Tabasco reconoce que a raíz de su salida de Africa se dieron en él cambios radicales, aunque afortunadamente aquí no tiene miedo de caminar, y se siente en paz y libre.

“Ya visité e todos los 32 estados, no hubo un solo estado donde tuviera un mal recibimiento, al contrario, todos me dieron reconocimiento, algunos me dan las llaves de la ciudad, otros me distinguen como hijo predilecto, México para mi es mi segunda patria, una tierra que me salvó la vida en un momento muy oportuno”, expresa.

Aunque reconoce que aquí no vive en forma tan opulenta como muchos pudieran creer, ya que se gana la vida con conferencias y dando clases de francés, señala que se siente a gusto; “nosotros que tomamos camino de la revolución n sabemos que podemos dormir en una cama como podemos dormir en el bosque, pero no me afectó mucho”.

Confiesa además que aunque le costó trabajo adaptarse, le gusta la comida mexicana, siendo sus platillos preferidos el mole y los tamales, aunque para nada come nopales a diferencia de muchos mexicanos.

“En mi país no comen nopales, porque es una planta que usan para hacer brujería, en mi país la gente come mucho chile, pero yo personalmente no como chile, aunque me acostumbre a la comida mexicana que es la más rica de todos los países del mundo”, argumenta.

Jean Louis Bingna, en 2008, como líder de su partido encabezó manifestaciones contra su gobierno, las cuales acabaron con disturbios que dejaron como saldo 300 muertos y más de tres mil detenidos, fue a partir de entonces cuando el gobierno lo vio como una amenaza, hasta que no tuvo de otra más que salir huyendo porque lo iban a matar.

Indicó que gracias a la esposa de un amigo pudo salir, porque lo ayudó a vestirse de mujer y salir de su casa donde estaba vigilado, y de ahí navegó 300 kilómetros de noche hasta Nigeria, donde obtuvo la visa mexicana en la embajada que le abrió las puertas a la libertad y una nueva vida.