Una nutrida respuesta por parte de las integrantes de al menos cinco colectivos feministas y mujeres de la sociedad civil de Tabasco, tuvo la convocatoria a participar en la marcha conmemorativa del Día Internacional de la Mujer, en la cual hubo toda clase de protesta en repudio por los feminicidios y demás crímenes cometidos en agravio de las tabasqueñas.

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Las fachadas del Palacio de Gobierno, el Instituto Juárez o antigua Casa de la Cultura de Villahermosa, la Librería Universitaria de la UJAT, el Reloj de las Tres Caras y el instituto Alfa y Omega acabaron rociados de pintura en aerosol.

Tras el paso del contingente de mujeres, en su mayoría jóvenes, estos edificios fueron rayados en su exterior con pintura en aerosol e inclusive presentaron algunos daños, en el caso de la librería de la UJAT y el Instituto Juárez luego de que algunas jóvenes las golpearan con marros y palos.

La marcha feminista en la que participaron casi 800 mujeres, tuvo un saldo blanco, ya que a diferencia de ocasiones anteriores no hubo enfrentamiento directo con personas del sexo masculino ni con fotógrafos y camarógrafos de los medios de comunicación.

-No sé por qué no pudieron mandar mujeres a cubrir la marcha-, fue el reclamo que una señora que iba con su hija lanzó al notar en Plaza de Armas la presencia de los medios de comunicación, que en todo momento se condujeron con cordura y respeto durante el recorrido.

La marcha partió pasadas las 4 y media de la tarde del parque de los Niños Héroes, una hora después de lo programado. Para entonces más de 400 mujeres esperaban ansiosas la salida, habiendo preparado sus pancartas y atuendos para marchar. Algunas hicieron caso al llamado de acudir vestidas de negro o de color morado, en alusión a las mujeres que han sido víctimas de feminicidio o secuestro.

Las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia fueron el primer punto considerado, en donde lanzaron consignas y reclamos hacia las autoridades por no conformar de manera adecuada las carpetas de investigación en los casos de violencia contra las mujeres.

Acto seguido tomaron por Paseo Usumacinta, donde algunas de ellas pintaron la fachada de la Universidad Alfa y Omega; luego rodearon la glorieta a los Niños Traviesos para tomar por la avenida 27 de Febrero.

En su recorrido, exigieron la activación de la Alerta de Género, el esclarecimiento de los feminicidios y las desapariciones, así como el freno a la violencia en todas sus formas.

Algunos colectivos que conformaron el contingente también solicitaron la tipificación de la violencia vicaria y que en Tabasco no se implemente la Ley de Identidad de Género, por considerar que esto contribuye al "borrado de mujeres".

Al llegar al Reloj de las Tres Caras y más adelante frente a la Catedral del Señor de Tabasco, las mujeres se manifestaron golpeando y rociando de pintura el reloj, las banquetas de Catedral. La misma suerte tuvieron los monumentos de Morelos e Hidalgo en los parques del mismo nombre, así como el Instituto Juárez y la Librería de la UJAT, ya que además de golpear con marros las cortinas, pintaron las fachadas y rompieron algunos cristales.

Al divisar el contingente que bajaba hacia la Plazuela del Aguila, algunos encargados o dueños de establecimientos comerciales se apresuraron a bajar las cortinas. Tal fue el caso del tradicional Bar Submarino ubicado en esa zona, que mientras pasaban las mujeres cerró sus puertas, dejando a algunos parroquianos adentro disfrutando sus bebidas.

En esa misma acera, una señora que esperaba su transporte público se lamentaba llevándose las manos a la cabeza ya que no podía tomar un taxi debido a que la circulación había sido suspendida por agentes de Tránsito.

Ya en Plaza de Armas, la mayoría de las jóvenes se acomodaron tranquilamente sobre el piso para escuchar los mensajes de las oradoras, algunas de ellas dirigentes de los colectivos que participaron en la marcha. Fue precisamente uno de esos colectivos, el que pintó con aerosol en la fachada del Palacio de Gobierno, mientras que algunas jóvenes más prudentes se limitaron a colocar las cartulinas en la pared y tomarse fotografías para evidenciar su participación en este movimiento feminista.