La suspensión de clases presenciales por Covid 19 y el desempleo en el que han caído algunos tabasqueños, han ocasionado que un sector de la población infantil se vea en la necesidad de realizar alguna actividad informal.
Esto para conseguir dinero que ayude en el sustento de sus casas, a pesar de que los menores han tenido también que ser partícipes de las clases en línea, esquema con el que a duras penas terminaron el ciclo escolar.
Tal es el caso de Gabriel N, quien a sus 11 años de edad se ha visto en la necesidad de salir a la calle a vender paletas, bolis y aguas frescas.
Acompañado de su mamá, quien se quedó sin empleo desde el inicio de la pandemia, y de su fiel amigo “Israel”, un cotorrito que va con él a todos lados, recorre todos los días las calles de Pomoca y zonas aledañas ofreciendo sus productos.
Como un pequeño responsable, usa siempre su cubrebocas y gel antibacterial, y señala que aunque es de escasos recursos económicos está listo para reiniciar las clases, las cuales no descuidó durante la contingencia.
Aunque estaba por pasar a sexto grado, reconoció también que será complicado el regreso a clases, ya que no cuenta con acceso a internet ni con televisor en su domicilio, pero aun así está dispuesto a no perder el ciclo escolar.
Veré como le hago, pero no puedo dejar de apoyar a mi mamá
Todos los días el pequeño sale con su madre de su casa en el fraccionamiento Pomoca, y de ahí inicia su recorrido en ocasiones casa por casa, o en otros momentos se colocan en alguna banqueta con la esperanza de vender sus bolis y paletas.
Mientras tanto, disfruta de la compañía de su mascota, quien le hace más amenos los días que durante esta pandemia por Covid 19 han sido difíciles para él y para toda su familia.