Ni cautivos, ni en peligro de desaparecer

Cerca de 80 ejemplares conforman la población de coatíes que habitan en la zona del Parque Museo de la Venta y el parque Tomás Garrido Canabal.

Sin embargo, de acuerdo a Joaquín León Díaz, responsable del área de administración en apoyo del Parque Museo de la Venta, se trata de una población libre que no está en cautiverio, lo que dificulta su control ya que se trata de especies consideradas silvestres.

Con ello se descarta una posible disminución en el número de estas especies silvestres, ya que además se aclaró que muchas de ellas en esta temporada de frío, optan por resguardarse en cuevas o madrigueras.

Joaquín León Díaz, responsable del área de administración en apoyo del arque Museo de La Venta. Foto: Carlos Pérez

En entrevista, precisó que el Parque Museo de la Venta, cuyas labores se suspenderán los días 25 de diciembre y primero de enero, cuenta con una población de 526 ejemplares de distintas especies en cautiverio.

Además, cuenta con un sinnúmero de fauna libre conformada por especies como los coatís, monos aulladores, iguanas, garrobos y mapaches, que por lo regular están de noche, así como aves silvestres que vienen en esta temporada en esta zona del trópico y que son parte de la fauna silvestre de esta zona que confluye con el Tomás Garrido Canabal.

En el caso de los coatíes, es una población que se autoregula, pero tenemos una contabilización desde el año pasado, y a principios de año se realizó un nuevo conteo, por lo que estamos hablando de unos 80 ejemplares

Explicó que desde luego no se tiene un control sobre ellos, porque es parte de su hábitat, de modo que no se les puede tener en cautiverio totalmente porque son especies diferentes a las que se puede tener en cautiverio.

“Por ello, los animalitos como están en área libre pueden saltar la cerca de protección”, expresó.

Mencionó que a pesar de que son silvestres, en el Museo de la Venta se les proporciona alimentación a base de pan integral, huevo, cereales y plátano, por lo que se recomendó a los visitantes a ambos parques a no alimentarlos porque desconocen qué alimentos pueden comer.

“Pero en general no son peligrosos, es una especie muy amigable que a reserva de que no se trate de molestar el ejemplar, no atacan”, comentó.

El funcionario agregó además que normalmente en esta temporada de frentes fríos, los coatíes se refugian en cuevas donde están más quietos que en lugares estratégicos que ellos mismos combinan como sus propias cuevas, lo que podría interpretarse como una disminución en su número, pero no es así.

Esto a raíz de los comentarios recientes que hacían suponer una disminución en el número de animales silvestres del Parque Tomás Garrido Canabal.