Ante el fuerte ruido que hacían comerciantes de la zona remodelada con sus equipos de sonido, personal de Protección Ambiental y de Normatividad y fiscalización les aplicaron el reglamento que los obliga a bajarle a los decibeles.
Y es que debido a que ninguna autoridad se los impedía, los comerciantes se habían dedicado a poner música o a promocionar sus negocios con audios muy altos, durante todo el día, sin importarles que tanto afectaban a terceros.
Durante un recorrido por el lugar, personal de Protección Ambiente y de la coordinación de Normatividad y Fiscalización, constato esta situación y de inmediato procedieron primero a exhortarlos a que le bajaran a su ruido ya que en algunos casos ni se podía escuchar lo que dialogaban.
Domingo Delgado, quien iba al frente de Protección Ambiental, señaló que para llevar a cabo esta labor se apoyaron de un sonómetro, con el cual detectaron que había comercios que tenían decibeles muy altos hasta 100 cuando la norma permite hasta 75.
En cambio Jesús Antonio Gaspar, por parte de Normatividad y Fiscalización, indicó que seguirán apoyando estas acciones en otras calles como Abraham Bandala y los alrededores del mercado público, pues en esas zonas igualmente hay comerciantes que abusan en el volumen de sus anuncios auditivos y esto ya no puede seguir así.