Como un basurero a cielo abierto se mantiene la entrada a la ranchería Río Viejo por parte de habitantes que arrojan los desechos sin menor control.
La basura solo es aventada por transeúntes y automovilistas a orillas de la vía, cayendo en las pocas áreas verdes que existen.
Entre los desechos y aguas negras, lugareños están en un foco de infección y vulnerables al dengue.