El alcalde de Huimanguillo, Oscar Ferrer Ábalos declaró que toma con “mucha cautela” los violentos mensajes que presuntos delincuentes le han enviado, pero no reforzará su seguridad personal.
En ese contexto, dijo ver la posibilidad de que la delincuencia organizada esté detrás de los hechos violentos que han azotado a la demarcación en las últimas semanas.
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Al alcalde le han dejado mantas con amenazas e incluso también una cabeza humana en la conocida Glorieta de La Piña, lo que calificó como intento “intimidatorio” para desestabilizar su gobierno.
Apenas el fin de semana fue atacada la vivienda de un elemento activo de la policía municipal de Huimanguillo y la semana pasada se registró la quema de vehículos tras un enfrentamiento en Chiapas.
“Tomamos nuestras precauciones y estamos atentos, y estamos muy tranquilos porque no tenemos ningún vínculo que ponga en riesgo al municipio”, aseguró.
Insistió en que sigue trabajando de manera normal, pero sí se ha pedido el reforzamiento para la seguridad de la demarcación.