El alcalde Evaristo Hernández Cruz dio marcha atrás a los proyectos de privatización del agua y el traslado del Palacio Municipal a Ciudad Esmeralda, a “sugerencia” del gobernador Adán Augusto López Hernández.
Casualmente, reculó después de que el propio presidente de la república Andrés Manuel López Obrador el en su rueda de prensa matutina del pasado jueves se mostró en contra de privatizar edificios públicos y en consecuencia de la venta de la sede del Ayuntamiento.
En entrevista, el edil de extracción morenista señaló que el mandatario estatal le sugirió no realizar ninguno de estos dos proyectos que anunció con anterioridad y que causaron polémica y levantaron la inconformidad de los habitantes del municipio.
Y por tanto, queda desechada la posibilidad de poner a la venta el inmueble de Tabasco 2000 en 500 millones de pesos tal como se había dado a conocer.
En ese sentido, Hernández Cruz refirió que más adelante se someterá a un estudio la estructura del edificio para conocer en qué estado se encuentra, mientras tanto no quedará otra alternativa que continuar utilizándolo a pesar de que represente un riesgo por “problemas estructurales”.
De igual forma “abortó” la propuesta de concesionar el servicio de agua potable en el municipio, aunque insistió en la necesidad de incrementar el costo del vital líquido.
Diversos sectores de la sociedad rechazaron ambos proyectos del presidente municipal. Recientemente el presidente del Colegio de Arquitectos Tabasqueños (CAT), Miguel Ramsés Vázquez Ortiz enfatizó que no había una "necesidad clara" para reubicar el inmueble.
Consideró que si la estructura del edificio está en malas condiciones hay opciones para evitar un colapso como son el reforzamiento y la remodelación del inmueble, incluso se puede ampliar si es que ya está muy saturado y hacen falta espacios para oficinas.