Hace un par de años, el doctor Jorge Alberto Goñi Arévalo fue parte de la investigación acerca de la muerte de más de 50 manatíes, como especialista en el tratamiento del agua; este año, al darse a conocer que los mamíferos siguen muriendo, señala que el problema se mantendrá por ser cíclico, a causa del calentamiento del agua durante el verano y la proliferación de algas.
Respecto a los 13 manatíes fallecidos este año en territorio tabasqueño, el especialista señala: “siempre va a haber este evento de mortandad; ya se volvió un problema de ciclicidad, y siempre que tengamos un calentamiento de agua del verdadero verano, que comienza entre abril y mayo, vamos a tener proliferación de cianotoxinas, que es un problema que ocurre en ciertas fecha del año y que se repite, ya que es un proceso biológico que no tienen que ver nada con contaminantes químicos ni físicos, es un fenómeno que tiene un origen biológico, en este caso una reproducción excesiva de algas cianofíceas que va a generar este tipo de toxinas, que es muy similar a la marea roja en las zonas costeras”.
Detalló que entrando la disminución de aguas “puede reducirse la tasa de mortalidad, pero hay que tomar en cuenta un problema: no hemos hecho suficiente investigación, suficientes estudios para ver si hay un vector. Me refiero a otro tipo de organismo que podría estar transfiriendo o promoviendo el contaminante o tóxico, porque la muerte no suceden en lugares específicos, sino parece ser de una manera dispersa, porque los restos de los manatíes son encontrados en puntos muy distantes de la zona de los pantanos de Centla, Jonuta o Macuspana”.
Respecto al número de manatíes que había hace un par de años, comentó: “no soy biólogo experto en manatíes, es más un aspecto de calidad de agua, ya que soy ingeniero ambiental, pero se habla en números, de 700 animales, pero los que manejan esta especie tienen los datos más específicos”.
Goñi Arévalo señaló que en el 2018 fue parte de las investigaciones en el área de Los Bitzales, y se pudo encontrar que la muerte de los mamíferos fue a causa de cianotoxinas .
El especialista ejemplifica que el problema no es único de Tabasco: “en Florida se habla del deceso de 25 mil manatíes, es un tamaño impactante donde mueren 700 u 800; es lo que nosotros tenemos en nuestra cuenta, el punto en común es que estamos modificando el hábitat donde se desarrollan estos animales; como seres humanos, no estamos respetando la reserva. En Centla hay un libre uso de la pesca furtiva, pesca tradicional o uso de lanchas que alteran la calidad del agua, porque todo levanta sedimento; el lirio es consumido, y además no es una planta nativa de Tabasco. Todo esto viene a contribuir a la afectación de la calidad del agua, que puede complicarse más adelante”.
Finalmente dijo que “ojalá las autoridades federales traten de contribuir o continuar los trabajos de evaluación para conocer todos los factores que nos están presentando estos eventos de mortalidad que ahorita son aleatorios; no sabemos a dónde van a presentarse, pero se requieren más análisis precisos para poder establecer medidas que permitan anticiparse a la mortandad”.