El repunte de Covid-19 en Tabasco es innegable, y aparte de las cifras que da a conocer la Secretaría de Salud, que así lo confirma, otro referente que podemos encontrar de este aumento es a través del número de pruebas que se aplican en los Módulos de Diagnóstico Rápido, en los que se llevan a cabo más de mil diarias.
Las instancias oficiales como la propia Secretaría de Salud en la entidad, pese a afirmar en los boletines oficiales que estos más de mil exámenes diagnósticos diarios son parte de la lucha que mantiene el Gobierno del Estado contra la pandemia, revelan otro dato, más allá del discurso formal de la actual administración estatal, que el coronavirus no se ha podido controlar, es aquí donde el cuestionamiento de los que están fuera del actual orden establecido, cobra relevancia, ya que durante los 10 meses que llevamos “conviviendo” con el virus, hemos escuchado que partidos, organizaciones civiles y la propia ciudadanía acusan que las autoridades no han manejado en forma adecuada la situación.
Los comunicados de la administración estatal morenista sostienen que los ciudadanos mantienen la confianza en la efectividad de los resultados de las muestras que realiza el personal del Sector Salud en estos módulos, sin embargo, tal afirmación choca con sus mismo datos, aquellos que sacan en el Comunicado Técnico Diario, tan solo este jueves dieron a conocer que hubo en las últimas 24 horas 252 casos positivos, y ya la entidad suma 53 mil 618 contagiados.
Ante esta situación vale preguntarse, si esas más de mil pruebas diarias pueden considerarse como una muestra de la lucha que el gobierno local tiene contra la enfermedad, o el fracaso de éste, no sólo en la forma de abordar al coronavirus, sino también de sus estrategias para beneficiar a la ciudadanía.
Cabe señalar, que hoy, los datos de Salud indican que 47 mil 133 han superado a la enfermedad, pero los mil 663 pacientes activos son un riesgo de contagio para la población, principalmente para los más vulnerables, como embarazadas, menores de edad, personas de la tercera edad y con problemas de peso e hipertensión. Estas personas pueden representar un efecto domino, que dispare los de por sí ya elevados números de Covid-19, a cantidades exponenciales.