La Procuraduría Federal del Consumidor emitió una serie de recomendaciones para dar mantenimiento a los vehículos personales, a fin de alargar su vida útil y disminuir la probabilidad de accidentes.
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Mantente seguro
Según cifras del 2019 proporcionadas por la INEGI, el 92.4 por ciento de los casos de accidentes de tránsito son ocasionados por el conductor, sin embargo, un 1.0 por ciento corresponden a fallas en el vehículo.
Es por eso que el mantenimiento periódico es de vital importancia para saber si el auto está en buenas condiciones, además de evitar sufrir accidentes o que te deje varado en el camino.
Mantenimiento preventivo
Debe realizarse de forma periódica y dar seguimiento para anticipar cualquier fallo, aquí se da seguimiento del tiempo o kilometraje, así como revisar si es necesario el cambio de algunas partes del automóvil.
Mantenimiento correctivo
En esta etapa es necesario realizar reparaciones o sustituciones de algunas partes del vehículo, principalmente de aquellas que se encuentren dañadas o que requieran cambiarse para mejorar el funcionamiento.
Revisa esto antes de salir
La batería es un componente sumamente importante, por eso se recomienda que para mantenerla con carga, utilizar de forma moderada la iluminación interna, el sistema de sonido y la ventilación.
En el caso de las llantas, la Profeco recomienda revisarlas cada 10,000 km para mantenerlas en la presión que indica el manual de usuarios. Es preferible acudir a un profesional en el ámbito, ya que inflarlas demasiado puede provocar rupturas de impacto, mientras que inflarlas menos contribuye a su calentamiento.
La alineación y balanceo se revisa junto con el cambio de neumáticos, para revisar si al soltar el volante gira hacia algún lado o hace ruidos de rodaje al aumentar la velocidad.
Embrague o clutch, si el pedal se vuelve duro o se dificultan los cambios de velocidad, es necesario revisar el embrague, ya que los hábitos de manejo son determinantes para su desgaste.
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Mantener el auto correctamente lubricado ayuda a prevenir el desgaste prematuro, por lo que es necesario una revisión constante y un relleno que no pase de la línea límite.
En el caso del combustible, mantener los niveles altos evita que las impurezas asentadas en el fondo del tanque provoquen fallas en el motor, además de que el aire que entra en el tanque favorece la evaporación y por lo tanto el gasto acelerado de gasolina.