A paso lento camina la demolición y retiro de escombros del edificio que albergó a Tacolandia, donde se registró una explosión hacia finales del año pasado.
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Después de varios días de que personal del ayuntamiento de Centro empezó los trabajos, los avances son pocos, situación que empieza a desesperar a los propietarios de negocios aledaños que resultaron afectados, dado que no pueden abrir y reactivar su economía.
Y es que de acuerdo con vendedores de algunos giros como ropa y calzado, que debieron colocar puestos sobre las calles de la Zona Luz, debido al daño en sus locales, las autoridades municipales prometieron liberar la calle Aldama el pasado jueves y no hay modo que la demolición concluya.
Se anunció que llegaría maquinaria pesada para demoler lo que quedó del inmueble, sin embargo nunca se vio en el lugar más que una máquina bobcat con la que se carga de escombros a los camiones de volteo.
Además, solamente han apuntalado dos de los edificios aledaños al lugar de la conflagración a fin de evitar más daños.