Decenas de personas que han resultado damnificadas por las recientes lluvias han padecido además problemas de depresión, por lo que en los refugios temporales habilitados en estos momentos reciben además pláticas y actividades lúdicas a fin de mantenerlos ocupados.
Esto sin pasar por alto las medidas de higiene y prevención para evitar contagios de Covid-19, que a la par de las inundaciones es otro de los problemas que afecta a los tabasqueños en estos momentos.
Como ejemplo, en algunos albergues como el situado en el CENDI Julieta Campos de González Pedrero, ubicado en la colonia Espejo I, trabajadoras sociales y algunos artistas locales se encargan de mantener distraídos a los damnificados, especialmente a la población infantil.
Sin embargo, también han intensificado las medidas de limpieza, aplicando gel antibacterial a todas las personas que salen o entran, además de vigilar que todos porten cubrebocas y guarden la sana distancia.
Teresa “N”, trabajadora social de ese lugar, señaló además que algunas personas han sufrido crisis nerviosa porque sus casas se fueron al agua y lo perdieron todo.
Por ello, tratan de animarlos con pláticas, actividades lúdicas y otras manualidades, para que disminuyan sus niveles de estrés.
En ese sitio hay actualmente 114 personas albergadas, de las cuales por lo menos 40 son menores de edad, y por ello se tienen que establecer acciones dirigidas a ese grupo, sin descuidar a las mujeres y personas de la tercera edad.
Aquí se sirven tres comidas al día, el desayuno es de 8 a 9 de la mañana; el almuerzo de 2 a 3 de la tarde y la cena de 7 a 8 de la noche.
Este martes, algunas madres con sus hijos en brazos recibieron pláticas sobre alimentación y prevención de enfermedades como la obesidad y el cáncer.
Además tuvieron la presencia de un grupo de artistas locales que les llevó entretenimiento, aunque de acuerdo a Gloria “N” una de las damnificadas, ni con estos espectáculos logran olvidar por un momento que sus casas se encuentran desprotegidas y a merced tanto del agua como de la delincuencia, que en algunas colonias ha empezado a desatarse realizando robos y saqueos.