La constante vigilancia de personal de fiscalización y normatividad, ha permitido que los alrededores del mercado público Miguel Orrico de los Llanos mantengan sus calles y banquetas libres para todo aquel visitante.
Los vendedores ambulantes han sido replegados y estos, imposibilitados para regresar a donde por mucho tiempo permanecieron invadiendo calles y banquetas, han optado por hacerse de rentas de espacios en viviendas de la zona para ofrecer sus productos.
Los comentarios de vecinos de la populosa Tamulté de las Barrancas van de lo bueno a una acción mejor; ven que ahora pueden caminar, de alguna forma, libremente por las banquetas, que recientemente fueron reconstruidas, hecho que deja ver mejor esta zona de la colonia.
Y se sabe de la inversión millonaria que se realizara para la mejora del propio mercado público que en definitiva necesita; hoy, cuando menos, ya las calles, guarniciones, y banquetas recibieron su “manita de gato”, estas, sobre calles como Libertad, Agustín Iturbide, Miguel Hidalgo y Vicente Guerrero en los que se invirtieron casi 8 millones de pesos.
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El problema, de alguna forma, es que no se ha hecho algo por controlar el tránsito de unidades del servicio público foráneo que atiborra las calles y genera tremendo caos desde la mañana hasta la tarde.
Ya sin el ambulantaje, la visión de esta importante zona comercial de la populosa esta cambiando, porque de alguna forma hay orden, aunque, hay algunos comerciantes informales que se resisten a que esta zona se vea más presentable, mejor.
Hoy, en espera de los trabajos de rehabilitación del mercado, en los que se tiene pensado una inversión de poco más de 16 millones de pesos.