La pandemia del Covid-19 vino a poner de manifiesto aún más la importancia de una adecuada y correcta higiene de las manos para prevenir y evitar no sólo la propagación de gérmenes, sino también el peligroso virus del SARS-CoV-2.
Mantener las manos limpias es una de las medidas de prevención contra el virus más importantes que debemos seguir para evitar contagiar o ser contagiados, principalmente si hemos estado expuestos a espacios o transportes públicos, si tocamos personas, superficies u objetos, si estornudamos, tosimos o nos sonamos la nariz, y por supuesto, antes de comer y después de ir al baño.
El porqué de la importancia de la higiene de las manos es muy simple: el virus SARS-CoV-2, causante de las infecciones de Covid-19, es un virus encapsulado, con una membrana formada por lípidos y glucoproteínas cuya función principal es facilitar la entrada del virus en la célula que infecta. La capa externa de este tipo de virus les permite identificar y unirse a los puntos receptores de la membrana de la célula hospedadora, y posteriormente fusionarse con ella y facilitar la entrada del virus en la célula, donde se reproducirá.
Se tiene conocimiento de que los virus encapsulados son menos estables en el medio ambiente que los virus entéricos humanos (como adenovirus, norovirus o rotavirus) y más sensibles a factores como la desecación, el calor, los detergentes, los desinfectantes o el ácido.
Para reducir el riesgo de transmitir o adquirir coronavirus, organizaciones como la OMS, el ECDC y el CDC recomiendan lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón y si esto no es posible, higienizarlas con un preparado de contenido alcohólico formulado para ser aplicado en las manos, que inactive los microorganismos y/o suprima temporalmente su crecimiento. Estos preparados pueden contener uno o más tipos de alcohol con excipientes, otros principios activos y humectantes.
¿AGUA Y JABÓN O GEL ANTIBACTERIAL?
Usar jabón para lavarse las manos es más efectivo que usar agua sola porque los tensioactivos del jabón eliminan la suciedad y los microbios de la piel. Se considera, además que las personas tienden a restregarse las manos más a fondo cuando usan jabón, lo que elimina aún más los gérmenes. Para el lavado de manos se debe usar agua corriente limpia, ya que pueden volver a contaminarse si usamos agua estancada o reciclada.
En tanto, el tratamiento higiénico de las manos por fricción con antisépticos o desinfectantes a base de alcohol brindan un beneficio adicional limitado sobre el lavado con agua corriente y jabón, pero pueden ser de gran utilidad en las situaciones donde no exista acceso a agua corriente y jabón. En todo caso, si se usan, deben contener entre un 60-85% de alcohol, una información que debe constar en el envase, ya que la acción biocida la adquieren a partir de concentraciones del 60%. A partir de aqui, cuanta mayor concentración, mayor efectividad para matar gérmenes.
HIGIENE ADECUADA
El proceso de lavado o desinfección de manos deberá tomar por lo menos 20 segundos. Se deben frotar las manos jabón por la palma, el dorso, los dedos y debajo de las uñas, crea una fricción que ayuda a eliminar la suciedad, la grasa y los microbios de la piel. Dado que están presentes en toda la superficie de la mano, a menudo en una concentración particularmente alta debajo de las uñas, la acción mecánica debe llegar a todos los puntos de la mano.