La mujer no puede ser utilizada como un instrumento que produce hijos o como una incubadora, ella posee su dignidad propia, se le debe respetar y se debe respetar su figura materna, aseveró el Obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López.
Lo anterior, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó diversos artículos del Código Civil del Estado que limitaban la maternidad subrogada.
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Asimismo, en rueda de prensa dominical, el jerarca católico enfatizo que el cuerpo no es un objeto, ni se puede tratar como mercancía.
Hizo hincapié que en muchas ocasiones muchas jóvenes que viven en la pobreza se someten a esta práctica y lastiman su dignidad por el dinero.
Resaltó las diversas formas de esclavitud que la mujer sufre en estos tiempos, como la mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática.
"El Papa Francisco considera que es una forma de esclavitud dónde la mujer sufre la explotación, de su capacidad generativa. El hijo no es una cosa que se añade al amor de los esposos, sino que es un don dentro de la relación matrimonial", subrayó.
En ese sentido, apuntó que el embrión tiene que ser tratado como un ser humano, no como un código genético diferente al de sus padres, por lo tanto, se tiene que respetar la vida de las personas y "un embrión ya es persona".
"Esta invalidación abre una puerta a la gestación por sustitución no solo de las mujeres casadas, sino también a las mujeres solteras y toda persona, hombre o mujer que tenga deseo de tener un hijo, y se abre una sospecha moral sobre los comportamientos que está ley puede amparar", expresó.
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Rojas López, aseguró que la renta de vientres es una experiencia que no ha sido positiva en otros países, porque esta apertura jurídica termina por causar otros conflictos de índole sanitaria.
Además, que no se está tomando en cuenta el tema del aborto, porque una mujer que se somete a la maternidad subrogada es fecundada con más de un embrión y eso podría causar abortos espontáneos de los embriones que sobran y Tabasco no tiene una ley que los proteja.
Finalmente, exhorto a reflexionar en las consecuencias físicas y psicológicas que son causadas a las mujeres que son contratadas para rentar sus vientres.
