Además de padecer el largo camino hacia el sueño americano, los migrantes se enfrentan a las altas temperaturas que prevalecen en el sureste del país.
Esto de acuerdo al testimonio de Katherine N, de 37 años que hace una semana arribó a tierras tabasqueñas procedente de Guatemala.
Sola y con una maleta apenas con 3 mudas de ropa, cruzó la frontera sur en busca del llamado sueño americano.
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Sin embargo, debido a la falta de recursos se ha visto en la necesidad de ofrecer sus servicios de manera temporal en la entidad.
Por ello, acudió a las oficinas de migración ubicadas en Ciudad Industrial de Villahermosa, con la esperanza de recibir apoyo para obtener un permiso temporal de trabajo.
Como ella, decenas de personas permanecen en estos momentos en territorio tabasqueño deseando regularizar su situación, aunque la mayoría son reportados en su intento por alcanzar la frontera norte.
En el caso de Katherine fue la falta de oportunidades y la creciente inseguridad la que la obligó a migrar.
“La inseguridad que hay en mi país fue el principal motivo”, comenta.
Nada en el Centro de Guatemala, decidió viajar sola sin su familia con la esperanza de mejorar su condición mediante un empleo.
No obstante, reconoce que aunque en su país también hace calor, no se esperaba una temperatura como la que prevalece en estos momentos en la entidad.
“Si nos afecta mucho”, señala.
A sus 37 años trata de ser fuerte y sobreponerse solicitando ayuda con empleos temporales en los lugares a donde llega.
“He estado trabajando en algunos lugares en lo que se pueda, ya sea con algunas ventas de comida o ropa”, manifiesta.
Como ella otras personas de otros países de Centroamérica acuden a las instancias de Migración con la esperanza de ser escuchados en sus planteamientos, ya que también para ellos es un martirio su caminar hacia el norte del país a temperaturas extremas que ponen en peligro su salud.