Tras señalar la caída en la recaudación y las participaciones significarían un recorte de 300 millones de pesos para el Ayuntamiento de Centro, el séptimo regidor, Cirilo Cruz Dionisio señaló que el empréstito de hasta 150 millones de pesos que autorizó contratar el cabildo, no tiene que ser avalado necesariamente por el Poder Legislativo.
Puntualizó que, debido a una caída del 70 por ciento en la recaudación, se optó por recurrir en empresas crediticias a fin de contar con los recursos suficientes para garantizar el pago de salarios y prestaciones de fin de año a los trabajadores del municipio.
Esto, aunado a los recortes de las participaciones federales que ya rondan entre 125 y 146 millones de pesos que hacen aún más difícil la situación económica del municipio derivada de la emergencia sanitaria.
La suma de la caída de la recaudación propia y de las participaciones puede andar rayando a los 300 mdp, por lo que no habrá para cubrir los derechos de la clase trabajadora
Es -dijo- una medida precautoria que ya se hizo en el gobierno estatal y algunas administraciones municipales, previendo los cierres de ejercicio que son muy exigentes en lo concerniente al capítulo 1000, específicamente tratándose de las prestaciones de fin de año.
Entonces, para no caer en mora, en temas dilatorios o en falta de liquidez, es que se aprobó esta línea de crédito por parte del cuerpo edilicio.
Cruz Dionisio, afirmó que esto no necesariamente tiene que pasar por el Congreso del estado para su aprobación, pues el pago se garantiza con los propios recursos del presupuesto de Centro.
“No tiene que pasar por el Congreso porque no es deuda pública como tal, no va ir más allá del trienio constitucional de la administración actual, es un préstamo a corto plazo que se garantiza con el mismo presupuesto que se tiene y el cálculo de la recaudación de recursos propios”, subrayó.