Sin temor a las pandemias, al Covid-19 y a la realidad de cada día es como viven algunas personas. La falta de una ocupación formal, así como problemas de desintegración familiar, el alcoholismo y la drogadicción son la causa de que algunas personas en situación de calle se vean en la necesidad de pasar la noche en la aceras del Centro Histórico.
Cualquier banqueta enfrente de cualquier establecimiento comercial es suficiente para encontrar refugio, aunque sea por unas horas mientras reinicia la actividad comercial.
La mayoría de ellos ni siquiera cuentan con las medidas básicas de protección para evitar contagios, desconociendo incluso la obligatoriedad de portar cubrebocas, cuya adquisición es prácticamente imposible por su falta de ingresos.
Calles como Francisco I. Madero, José María Pino Suárez y Constitución presentan habitualmente este tipo de situaciones, ya que las personas aprovechan que muchas de las cortinas permanecen cerradas al ser negocios no esenciales, para descansar en las banquetas a pesar de las inclemencias del tiempo.
A pesar de ello, ni instancias como la Secretaría de Seguridad Pública o el ayuntamiento de Centro intervienen para exhortar a estas personas a guardar las medidas de higiene necesarias ante el avance del Coronavirus, que hasta el momento suma en Tabasco 24 mil 758 casos positivos y 2 mil 245 fallecimientos.