El ambulantaje sigue creciendo en la capital tabasqueña sin que las autoridades municipales lo puedan controlar, situación que complica a los transeúntes caminar por las banquetas. Un sector afectado es el de personas con capacidades diferentes, que utilizan sillas de rueda y muletas.
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Los puestos informales han crecido en el presente trienio, mientras este tipo de comercio aumenta, los ciudadanos apenas y pueden transitar hacia sus destinos, quedando en algunos tramos poco espacio.
Un sector que de plano está afectado, es el de capacidades diferentes; personas en sillas de rueda y muletas, no pueden transitar por la banqueta, se ven obligados a tomar la calle, exponiendo su vida ante la ocupación de la acera.
La lente de El Heraldo de Tabasco ha sido testigo de los ciudadanos que a diario caminan por el asfalto para poder trasladarse a diversos puntos de la ciudad, pero lamentablemente, el primer cuadro de la ciudad está a reventar de ambulantes.
Es justamente la avenida Francisco I Madero, Hermano Bastar Zozaya, y José María Pino Suárez los lugares que son complicados transitar para las personas con capacidades diferentes.
Sobre el tema, el 21 de marzo de 2022, El Heraldo de Tabasco dio a conocer que el ambulantaje había incrementado hasta 60%, en dos años y medio de pandemia por Covid-19.
De acuerdo al presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) de Villahermosa, Manuel Antonio Miranda Hernández.
Por ello, consideró que es necesario que el Ayuntamiento de Centro tome acciones para que el comercio ambulante se retire de las calles y lleguen a un acuerdo para reubicarlos en otras zonas.
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