A pesar de ser uno de los delitos más denunciados, en promedio sólo un 2 por ciento de los casos de violencia familiar se han traducido en la detención de alguno de los culpables. El resto se mantiene en la impunidad.

Así consta en información aportada por la Fiscalía General del Estado (FGE), obtenida vía transparencia por El Heraldo de Tabasco, la cual muestra que el delito de violencia familiar es uno de los más denunciados ante los agentes del Ministerio Público, con números que sólo durante el 2020, con la pandemia del Covid-19, se redujo a menos de 7 mil denuncias.

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Durante el 2019, las denuncias por violencia al interior de la familia llegaron a 7 mil 215; el número bajó a 6 mil 445 en el 2020, el año más crítico de la pandemia del Covid-19. Sin embargo, para el siguiente año, los casos volvieron a repuntar, alcanzando las 7 mil 791 querellas, el número más alto en los últimos cuatro años; y para el 2022, los casos cerraron en 7 mil 426. En total, del 2019 al 2022, la FGE ha registrado 28 mil 877 denuncias por violencia familiar.

Sin embargo, los datos proporcionados por la instancia a esta casa editorial, muestran que a pesar de las miles de denuncias presentadas cada año y de un aumento en el número de personas detenidas por este delito, el número de violentadores presentados ante el ministerio público es mínimo.

Durante el 2019, la Fiscalía logró detener a 59 acusados de violencia familiar, número que bajó a 56 en el 2020; pero en 2021 se incrementó hasta llegar a 153 detenidos, y el año pasado, la cifra llegó a 223.

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En total, durante ese periodo de tiempo, el número de personas aprehendidas por violencia dentro o fuera del domicilio familiar llegó a 491. En promedio, hay dos detenidos por cada 100 denuncias presentadas en los últimos cuatro años.

A pesar de que las querellas se han presentado en los 17 municipios del estado, el mayor número de acusados presentado ante el agente investigador se reporta en los municipios de Centro y Nacajuca.

El Código Penal para el Estado de Tabasco menciona que la violencia familiar es el acto abusivo de poder, dirigido a someter o agredir de manera física, verbal, psicológica, patrimonial, económica o sexual a una persona, dentro o fuera del domicilio familiar, o se incurra en una omisión grave que atente contra su integridad física, psíquica o ambas; siempre y cuando el agresor tenga o haya tenido con la agraviada una relación de matrimonio, concubinato o exista un parentesco por consanguinidad.

Sin embargo, los datos muestran que quienes buscan la ayuda del estado, sólo en pocas ocasiones obtienen una respuesta de quien debe garantizar una vida libre de violencia.

Tan sólo de julio de 2021 a junio de 2022, el número de delitos de este tipo se duplicó, al pasar de 481 a 776, según revelaron organismos nacionales.

Datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en la Encuesta Nacional Dinámica sobre la Violencia en los Hogares, siete de cada 10 mujeres han sido violentadas, coincidiendo en características tales como el tema intergeneracional, bajo nivel educativo y precariedad.