Por tratarse de un menor de edad, no es posible difundir el rostro del niño que fue hallado sin vida dentro de una bolsa de basura en las inmediaciones de la funeraria del ISSET en la colonia Tamulté de las Barrancas de Villahermosa hace dos años.
Lee más: CRÓNICA: En Semefo yace el cadáver del niño más solitario de Villahermosa
Así lo explicó una fuente allegada a la Fiscalía General del Estado (FGE) a El Heraldo de Tabasco, quien enfatizó que esta acción no puede llevarse a cabo, primero por su calidad de víctima y luego por tratarse de un menor de edad, ya que los menores reciben un trato especial de acuerdo a la ley; mencionó que de acuerdo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la difusión de un rostro sin nombres, es un dato personal y por tanto, es facultad federal regularlo.
Luego de la polémica desatada por la publicación de la crónica “En Semefo yace el cadáver del niño más solitario de Villahermosa”, escrita por el director de esta casa editorial, Ángel Vega, El Heraldo de Tabasco buscó la declaración de la autoridad al respecto, la autoridad dijo que aunque en las fiscalías de otros estados han optado por hacer retratos hablados cuando las víctimas son adultos, se corre el riesgo de que algún familiar se inconforme por hacer esta difusión.
En ese sentido, lo que se hace actualmente es recabar la mayor cantidad de datos respecto a la víctima, de manera que cuando alguien llegue a identificar el cuerpo, y si tiene un familiar con dichas características, tenga la certeza que se trata de él. Permanencia en el Semefo: los cuerpos se descarnifican y los huesos se guardan en cajas
Respecto al tiempo que se conservan los cadáveres en las planchas del Servicio Médico Forense (Semefo), la autoridad explicó que por protocolo de Derechos Humanos, se busca conservarlos el mayor tiempo posible en las cámaras de refrigeración de la morgue antes de enviarlos a la fosa común; sin embargo, si nadie los reclama, en algún momento se deben liberar.
En el caso de Tabasco, antes de enviar los cuerpos a la fosa común, se les hace un perfil genético y se cruza la información con la base de datos de personas desaparecidas, y en caso de encontrarlos, es más fácil localizar a sus familiares, a quienes se les pide primero que se realicen una prueba genética gratuita. Comúnmente el corte se hace al mes, y posteriormente a los seis meses, tiempo durante el cual la FGE emite una cédula de persona fallecida, para que en caso de que algún familiar quisiera inconformarse, quede sentada una base de que el dato se hizo público sin violar su identidad.
En el caso específico del menor, todo indica que no fue reportado como desaparecido y por lo tanto, nadie acudió a hacerse dicha prueba para buscar el match. Esta situación podría obedecer al abandono de que aparentemente fue objeto el niño, lo que podría derivar en un delito de omisión de cuidado.
En tanto, el cuerpo del pequeño permanece en calidad de desconocido, y de acuerdo a la ficha que en su momento difundió la FGE, al momento de encontrar el cadáver, vestía playera de algodón tipo polo, color rojo con rayas negras, además de un short de tela estampado de colores verde, azul y amarillo, y una camisa de rayas color beige manga larga.