Ricardo "N", se convirtió en la última víctima del lote de Heparina Sódica contaminada que se suministró a pacientes de hemodiálisis en el Hospital Regional de Petróleos Mexicanos en Villahermosa.
De 51 personas que necesitarían hospitalización para recibir el medicamento en mal estado, él era el único que continuaba en terapia intensiva con reemplazo renal y un estado de salud que podría ser grave hasta el jueves que dejó de respirar.
Lo irónico de su caso, es lo que apareció en las fotos que PEMEX hizo circular el pasado 13 de marzo, tras una visita "sorpresa" de parte del director general, Octavio Romero Oropeza. En la imagen se le podría ver acostado en una cama, mientras que el funcionario federal lo tomaba de la mano.
El hecho causó indignación en los familiares que acusaron a Romero Oropeza se presentó de noche y sin avisar para evadir las quejas por el mal servicio y la falta de medicamentos.
PEMEX emitió un comunicado en el que lamentó esta muerte que calificó como el número ocho, aunque una lona que sigue colocada afuera del nosocomio contabiliza 14 decesos.
A pesar de las denuncias que interpuso la empresa productiva del Estado ante la Fiscalía General de la República, aún no se actúa contra ningún presidente responsable por la compra y posterior suministro del medicamento Heparina Sódica que estaba contaminado con la bacteria Klebsiella spp.
En su momento se acusó a la farmacéutica PISA de haber sido el proveedor, pero esto fue desmentido por la misma compañía que también exigió por posible falsificación o adulteración de su medicamento.
Además se dio a conocer que el verdadero distribuidor era José Roche Pérez, por lo que se emitió una alerta sanitaria para que no se le comprara más producto.
De igual manera, PEMEX presentó una denuncia de manera individual por las muertes registradas a partir del pasado 28 de febrero y al menos cinco familias demandaron ante la Fiscalía General del Estado de Tabasco.