Salvador Fernández Rivera, encargado del Despacho de la Subsecretaría de Desarrollo Rural en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), señaló que para la actual administración no será fácil sacar al campo mexicano del atraso en el que ha permanecido durante varias décadas, y para ello, se requerirá la colaboración de todos los sectores productivos.
Durante su participación en el Tercer foro "Sustentabilidad del Campo en el Trópico Húmedo, habló sobre los nuevos programas en materia de desarrollo rural, que se han puesto en marcha en los primeros cien días de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, lamentó la falta de apoyo que el campo ha padecido en materia de desarrollo rural en los sexenios pasados.
“En realidad este es un planteamiento que el mismo Presidente de la República ha hecho desde los últimos años, no es algo que se haya descubierto ahora. El tema, es que el campo ha estado en el abandono, por una parte si vemos una agricultura comercial altamente tecnificada y competitiva, pero por otra parte la mayoría de los productores que están en condiciones de olvido”, afirmó.
En entrevista, dijo que esto resulta por una parte de un descuido en el desarrollo del campo, pero también, de una política que ha estado orientada más a la importación de productos básicos y estratégicos para la alimentación de los mexicanos.
Por ello, señaló que el planteamiento es recuperar al campo, hacerlo más productivo y depender menos de la importación de los alimentos.
Señaló que esto se ve en forma más marcada en los cultivos que por ley son denominados básicos y estratégicos. Entendiéndose por básicos que son importantes para la alimentación de la mayoría de los mexicanos, y estratégicos, porque son importantes para la economía rural, la economía del campo.
“De los cultivos que estamos dependiendo mucho más de importaciones del exterior son principalmente maíz, trigo panificable, arroz, leche, lo cual, es incongruente por que México es no solamente el país, el lugar de origen del maíz, seguro, sino, que también tenemos la capacidad para producirlo”, afirmó.
Reconoció que para las instancias federales será difícil revertir esta situación, porque es algo que lleva tiempo, “es un proceso donde primero se tiene que definir muy bien, mantener lo que se debe hacer y significa dar más oportunidades a los productores; sobre todo, de pequeña escala.