Geraldineth: de violencia familiar a feminicidio

La joven de 23 años, fue muerta a manos de su pareja sentimental, quien tenía antecedentes por violencia, agresiones e intento de homicidio en su agravio

Casimiro Sánchez | El Heraldo de Tabasco

  · miércoles 14 de julio de 2021

Su nombre era Geraldineth, una joven madre de tan sólo 23 años, avecinada en el fraccionamiento Ciudad Deportiva de la colonia Atasta. Fue muerta a manos de su esposo, Gerardo Alejandro “N”, quien se sabía, tenía antecedentes penales por violencia y agresión sexual, y quien previamente había estado recluido en el Creset por violencia familiar e intento de homicidio en agravio de quien fuera su esposa.

La pesadilla para Geraldineth inició desde que estuvo casada con él; la maltrataba y golpeaba constantemente; por esta causa había sido consignado ante las autoridades por violencia intrafamiliar, lesiones y amenazas de muerte en agravio de la víctima, quien en esa ocasión le otorgó el perdón.

A pesar de eso, Gerardo no cambió su actitud hacia su esposa, con quien procreó un niño; en mayo de 2013, el sujeto de 25 años, agredió físicamente a Geraldineth; la sacó de su domicilio y la golpeó por no entregarle a su pequeño hijo, Erick, lo que ameritó que fuera denunciado por el delito de lesiones.

Para el 14 de mayo fue denunciado ante el agente del Ministerio Público del Centro de Atención a Menores y Víctimas Incapaces de la entoces Procuraduría General de Justicia, ya que pretendió sacarla a golpes de su centro de trabajo.

Las agresiones eran constantes y subían cada vez de tono, y fue así como el 25 de enero de 2014, la joven desapareció junto con su pequeño hijo; éste fue abandonado en el balcón de unos departamentos de la colonia Tamulté. La difusión de la foto del menor en redes sociales permitió ubicar a sus familiares quienes acudieron a reclamarlo; sin embargo de la madre no había rastro.

Y no fue sino hasta el 29 de enero que se localizó sin vida a Geraldineth. Se encontraba en un paraje solitario en el ejido El Habanero de Cárdenas; su cuerpo esta embolsado, decapitado y con huellas de tortura.

Un tatuaje en la mano y la ropa que traía puesta había permitido a sus familiares identificarla. De inmediato, todas las sospechas apuntaban a la pareja sentimental de la ahora occisa, quien por cierto, desapareció del mapa.

La entonces PGJ inició las investigaciones del caso, teniendo como presunto responsable del homicidio a Gerardo Estrada. Los antecedentes que tenía en agravio de la víctima reforzaban la hipótesis.

Y no fue sino hasta el 30 de marzo de 2015 que fue detenido en el Estado de México el presunto homicida, quien se hacía pasar por Pedro Arturo García Zúñiga, y fue detenido en Zumpango, Estado de México por el robo de un vehículo.

Las autoridades de aquella entidad, al dar cuenta de la similitud del detenido con el presunto homicida, dieron cuenta a las de Tabasco, que enviaron peritos especializados para su reconocimiento, y luego de una serie de pruebas, el análisis de dactiloscopia daba cuenta de que se trataba del sospechoso del homicidio de la joven madre.

En un inicio, el caso fue manejado como homicidio doloso, y en un inicio se quedó recluido en el Estado de México. Pero para el 31 de diciembre de 2017, un juez libró la orden de aprehensión por el delito de feminicidio, la cual fue cumplimentada y fue recluido en el Centro de Readaptación Social del Estado de Tabasco (Creset).

Fue así que para febrero de 2019, Gerardo Alejandro fue sentenciado a 60 años de prisión por dicho delito, y debía además pagar una multa por 93 mil pesos por concepto de reparación del daño. Y también perdió la patria potestad de su pequeño hijo que procreó con Geraldineth.