Dejaron atrás la tradicional carretilla pero estos fueron sustituidos por los diablitos y los triciclos para hacer el mismo trabajo; transportar mercancía en los alrededores del mercado Pino Suárez.
Noé “N”con 40 años realizando el trabajo de cargar mercancía o lo que se pueda en el centro de la ciudad, indica que cada vez es más complicado ganarse la vida en su labor. “Apenas estamos empezando a trabajar, la pandemia nos ha pegado duro, no hay nada, aquí yo traigo un triciclo, aquí nuestra esperanza es la gente que viene a comprar que nos llamen para hacer un viaje, nosotros no tenemos tarifa, solo lo que nos quieran dar, habemos bastantes y no hay trabajo, ahora con la inundación la cosa se puso peor”.
Para poder ganar unas monedas, tiene que arribar desde muy temprano, “Aquí llegamos desde las 4:00 de la mañana, aquí tenemos que estar todo el día para ganarnos 30 a 50 pesos, aquí nos quedamos hasta la una de la tarde, a veces salimos a otras colonias a ver si nos cae un sencillito Don Noé señaló que acaba de cumplir 40 años, trabajando como carretillero: “tengo 40 años aquí, antes de estar acá fui albañil, ahora ya envejecí, no tengo las fuerzas para hacer ese trabajo, ahorita comemos cuando hay trabajo, cuando no hay nada”.
Agregó: “nosotros no podemos obligar a la gente a que nos den dinero, o que nos contraten, hemos pasado días difíciles en pandemia “ La gente nos ayudaba con comida, pero pues no es todo los días”.
El entrevistado comentó que hasta estos momentos, ninguna autoridad les ha tendido la mano a más de 30 personas que se dedican al mismo oficio, en los alrededores del tianguis “Jesús Taracena”.
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