Pese a la pandemia por el Covid-19, la devoción por la Virgen de Guadalupe no ha impedido que algunas personas realicen recorridos a la Basílica en la Ciudad de México.
Tal es el caso de Jaziel Francisco Tun, quien a sus 35 años de edad este año refrendó su promesa de ir en bicicleta desde su casa en el poblado de Chuiná, Campeche a la Basílica de Guadalupe y a San Juan de los Lagos, Jalisco.
Esto lo hace desde hace 15 años como una promesa por la salud de su hijo quien nació con una discapacidad.
De eso ya hace 16 años, pero marcó significativamente la vida del joven obrero, quien cada año toma su bicicleta y en compañía de otros devotos de la Virgen María realizan el recorrido por carretera hacia su santuario en la capital del país.
Sin embargo, en esta ocasión por la emergencia sanitaria por Coronavirus, tuvo que hacer este recorrido solo, acompañado de su bicicleta y de la Imagen de la Virgen de Guadalupe que lo ha protegido en todos estos años.
Luego de ir a la Ciudad de México, este lunes arribó a la capital tabasqueña para dirigirse a su estado natal.
“Tengo 35 años y soy obrero”, señala mientras se toma unos minutos de descanso, que aprovecha por el tráfico complicado que hay en el boulevard Adolfo Ruiz Cortines por las obras viales que se construyen en esa zona.
- Síguenos en Facebook: @elheraldodetab y en Twitter: @heraldodetab
Normalmente este tipo de recorridos se hacen entre varias personas que portan el estandarte de la Virgen de Guadalupe, y en otras ocasiones los devotos vienen en una camioneta donde se turnan para correr portando una antorcha.
“En esta ocasión vengo solo, ya que ahorita eso no se pudo hacer por la pandemia que estamos padeciendo”, indica.
Visiblemente agotado y con los signos del pedaleo continuo reflejado en su rostro, Jaziel comenta que en todos los años que lleva viajando a la Basílica de Guadalupe, nunca se había sentido tan solo.
Llevo 15 años haciendo esto, casi siempre me acompañan 3 personas, pero ahora no se puede.
Ataviado de manera sencilla con los colores patrios, pero portando con orgullo la imagen de su “Patrona”, lleva a sus espaldas su equipaje y unas imágenes que compró en la Villa de Guadalupe.
“Empecé el 12 de octubre, que fue cuando salí a carretera, y me fui a San Juan de los Lagos, Jalisco, estuve en la Basílica el día 14 de noviembre y ya estoy de regreso, bendito sea Dios”, comenta.
Sin embargo, lamenta que debido a esta situación que se está viviendo no haya mucha gente en los alrededores de la Basílica: “Pues no hay gente ahorita, prácticamente no hay muchos visitantes por la pandemia, pero a los que fuimos sí nos dejaron entrar aunque sea un momento, y pude visitar a la virgencita de Guadalupe, y le damos gracias por las personas que nos dieron este apoyo”, recuerda emocionado.
Sin embargo el viaje tanto de ida como de vuelta no ha sido fácil, debido a la emergencia sanitaria pero también por los problemas de lluvias e inundaciones que han afectado a los estados del sureste de México.
“En ocasiones me ha agarrado la lluvia, y paramos para dormir donde nos dan posada, en iglesias, gasolineras, llanteras”, argumenta.
Antes de retomar su camino señala que pide con todas sus fuerzas a la Virgen poder hacer el recorrido el próximo año.
“Lo que pasa es que yo tengo un niño con discapacidad, y le agradezco mucho a mi virgencita de Guadalupe que me lo siga protegiendo, sobre todo a mí, a mi familia, a mi hijo que es el que necesita más de ese milagro”, manifiesta.
Su hijo Jesús, de 16 años, lo espera en su casa con su esposa para seguir luchando todo el año, y a pesar de las dificultades económicas seguir fortaleciendo su fe religiosa.
“En esta ocasión hice un recorrido de 2 meses de ida y vuelta; el 11 de diciembre, primero Dios debo estar en mi casa”, dice mientras su mirada se pierde en el horizonte, deseando estar en su pueblo de Chuiná, que se ubica a 40 kilómetros de Escárcega, Campeche.