Férreas las medidas de seguridad en el Creset

Las filas de visitantes para entrega de alimentos a sus presos son constantes en este día de visita; el respeto a la sana distancia es una de las principales disposiciones y también de llevar cubre bocas.

  · sábado 18 de abril de 2020

Foto: Carlos Pérez | El Heraldo de Tabasco


VILLAHERMOSA.- Tras la suspensión de visitas familiares y conyugales a las prisiones del estado, ordenadas desde el pasado 26 de Marzo por el gobierno del estado, los enlaces continúan siendo entre morraleros y familiares de internos donde mensajes y alimentos a diario se les hace llegar.

Las disposiciones son medidas que no deben quebrantarse y es así como la disposición para el ingreso de personas hacia las áreas de revisión tiene como punto primordial la puesta de cubre bocas y en caso de no llevar, no hay acceso; quedando en claro que todo es para evitar la propagación del Covid-19.

Las filas de visitantes para entrega de alimentos a sus presos son constantes en este día de visita; el respeto a la sana distancia es una de las principales disposiciones y también de llevar cubre bocas. Los visitantes aguardan pacientes el ingreso y tras algunos minutos, son retirados del interior; no hay contacto con sus internos y su estancia es breve; un escrito es suficiente para saber que su ser querido está “bien” y que ha recibido la mercancía y comida enviada.

Coincidentemente en la entrega de alimentos y tras la disposición de “Debido a la contingencia queda suspendida la visita familiar y conyugal hasta nuevo aviso…”, vendedores ambulantes instalados en el kiosco, al ingreso de la prisión, ni tardos ni perezosos, montaron su negocio de venta de cubre bocas.

La “doña” que negó dar su nombre, por represalias, aunque finalmente sabe ella que será ubicada por ser la única expendedora de cubrebocas en el lugar, dijo que los costos de su mercancía van de los 5, 10 y 15 pesos.

Dio cuenta que, a raíz de la disposición de ingreso obligatorio con cubrebocas a la prisión, mucha gente no llevaba consigo y con toda y su mercancía y/o comida, era retirada sin más ni más por los custodios hecho por el cual, no hizo más que aparte de la venta de algunos dulcitos, instalar su nueva mercancía y dentro de esto, hasta guantes desechables.

Y observando la mercancía de ”primera necesidad” ahí en las prisión, ella, con todo y sus medidas de prevención, exhibe su gel antibacterial, por cualquier cosa, al aplicar, “hay que cuidarse…”