Peligrosos vados, comunidades entre el agua, plantíos arrasados por la corriente y potreros inundados que han orillado a los productores a llevar su ganado a zona segura, son el resultado de las afectaciones registradas en Jalapa a causa de los desbordes del río de La Sierra.
Las autoridades de la comuna reportan que hasta el momento se han visto afectadas un total de 263 viviendas de diferentes localidades, por lo que el domingo el concejo municipal aprobó solicitar la declaratoria de emergencia. En el Ejido Montaña hay 65 casas inundadas y en el poblado Astapa 55 casas rodeadas de agua, mientras en Jahuacapa se tiene registro de 48 hogares anegados.
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Así como también 30 viviendas de los sectores Oropeza y otras 65 de la comunidad conocida como La Encarnación, que se ubican en la cabecera municipal. La corriente alcanzó a varias calles del centro histórico del municipio, donde corren riachuelos desde la madrugada de este martes en que el afluente desbordó y hasta ahora no se ha podido contener con costalería.
Todavía no hay personas albergadas, sin embargo como medida preventiva el ayuntamiento habilitará albergues, en caso de que así se requiera, en varios inmuebles de la demarcación. Tales como la Escuela Primaria “Mtro. Matías P. Piedra” de la cabecera municipal, la telesecundaria “Irene Cámara” en el poblado Astapa y en el Jardín de Niños de la ranchería San Marcos.
Así como en la Iglesia, la escuela primaria y el plantel del CECYTE del poblado Francisco J. Santamaría y la iglesia de la comunidad de Víctor Fernández Manero tercera sección. Sobre la vía que va de Jalapa a Tacotalpa, entre las glorietas Jesús Sibilla Zurita, Régulo Torpey Andrade y Francisco J. Santamaría, se formó un enorme vado que alcanza más de un metro de profundidad, por lo que se restringió el paso a unidades pequeñas.
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Ahí permanecen elementos de la Policía Estatal de Caminos y de la Policía Municipal con el propósito de alertar a los automovilistas sobre el riesgo de atravesar por el lugar. Aunque algunos conductores de carros compactos o tipo sedán se arriesgan y terminan varados a medio vado echando a perder sus vehículos.
Solamente alcanzan a pasar unidades más grandes, pero con mucha precaución puesto que en un tramo la corriente es bastante fuerte. Los habitantes buscan la forma de salir para poder ir a trabajar o a comprar a las tiendas más cercanas, ya sea en motocicleta, sorteando los vados o en su mayoría caminando entre el agua.
Otro se localiza en la carretera Jalapa-Villahermosa a la altura de conocida pescadería, donde la circulación es lenta pero con menos riesgo de que los vehículos sean arrastrados o bien sufran alguna avería al contacto con el agua. Durante un recorrido por estas comunidades se pudo apreciar que las plantaciones de plátano, las milpas y los pastizales se encuentran bajo el agua.
Los ganaderos de la región debieron movilizar sus reses hacia las zonas más altas del municipio para evitar tener pérdidas por mortandad de animales. Los pronósticos no son muy alentadores para las próximas horas, de ahí que las autoridades del municipio se hayan dado a la tarea de supervisar los trabajos de reforzamiento de los bordos de contención a fin de salvaguardar la integridad física de las familias.