“A lo mejor fueron excesivos los gastos que tuvieron en la campaña” expresó el coordinador de la bancada del PRI, Gerald Washington Herrera Castellanos, al referirse al boquete financiero de 4 mil millones de pesos que dio a conocer el gobernador Adán Augusto López Hernández.
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El mandatario admitió que este año se presentó una crisis financiera que incluso obligó a no pagarle a los proveedores, lo que atribuyó a los compromisos generados por la pandemia de COVID-19 y la adquisición de pruebas rápidas para la detección de casos positivos en el estado.
En ese sentido, el priista urgió al jefe del Ejecutivo estatal a presentar el “estado real” de las arcas de Tabasco porque desde su punto de vista resulta extraño que venga a decir eso después de las elecciones cuando desde el inicio de su gobierno había sostenido que había finanzas sanas.
Apuntó que es necesario que se detalle qué se ha comprado, el manejo de los créditos adquiridos y cuánto se destina al pago de salarios o para la mejor de los hospitales; “que se le diga a los ciudadanos cómo se está aplicando el recurso público”, acotó.
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Herrera Castellanos afirmó que existe un pacto de impunidad con Arturo Núñez Jiménez, que dejó al estado endeudado y aunque tiene una cuenta pública reprobada, pero aún así no pasa nada, mientras que la presente administración ha recibido la aprobación del estado y ahora habla de problemas económicos.
