Un grupo de extrabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex), quienes fueron despedidos durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, se dieron cita a las afueras del Batallón de Infantería para solicitar la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador para ser reinstalados.

Argumentan de que desde 1992 interpusieron una demanda contra la empresa que los despidió con el argumento de que el petróleo se había acabado, lo cual quedó desmentido con la construcción de la refinería Olmeca en Dos Bocas, Paraíso.

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"Si construyes una refinería es porque tenemos petróleo; al día de hoy queda desmentida esa mentira que argumentó Pemex en el pasado, donde ellos decían que la materia prima se había terminado, cosa que es falso", explicó uno de los agraviados.

Aseguró que en su momento ninguna instancia defensora de los trabajadores hizo lo propio, pues se vendieron: "Fue una separación de cargo en la cual intervinieron todas las autoridades; se vendieron en este asunto, tanto el sindicato petrolero como la defensoría del trabajo, las juntas federales; todo lo que referente a la defensa del trabajador, nunca hubo una defensa por parte de ellos".

Y agregó: "Nosotros los trabajadores en aquel año 1992 metimos una demanda la cual hasta el día de hoy es la que está fungiendo pero no tenemos resultados; ha sido un ir y venir hacia los gobiernos, hacia las autoridades".

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Dijo que esta situación se da muy a pesar de que han demostrado tener la causa a su favor: "Nosotros realmente hemos demostrado que la causa la tenemos a favor de nosotros porque el petróleo existe; eso sí, hasta el día de hoy dentro de las juntas, la Suprema Corte que ha estado inmiscuida en todo esto, no nos han dado la respuesta correcta".

Al referirse al número de personas que fueron afectadas por esta situación, refirió que tan sólo en 1992 fueron más de 10 mil los trabajadores agraviados en todo el sureste, por lo que sí hay mucho más afectados"