En un auténtico “polvorín” se ha convertido la ciudad de Villahermosa, debido a la presencia de decenas de puestos ambulantes que ofertan toda clase de petardos, sin que ninguna autoridad intervenga para controlar esta actividad.
Las banquetas del primer cuadro de la ciudad albergan a estos pequeños establecimientos que en esta época navideña tienen gran demanda con la venta de tronadores, las tradicionales chispitas, cohetes, chifladores, luces de bengala, entre muchos otros.
Desde inicios de diciembre con la algarabía de las fiestas decembrinas, llega también la venta desmedida de artefactos explosivos y pirotecnia a la capital tabasqueña, que convierte a los mercados y la zona céntrica en un “polvorín” debido a la venta irregular de cohetes por parte de comerciantes ambulantes.
Y es que, muchos comerciantes de verduras, carne, pollo y otros productos, por lo general cambian de giro para dedicarse a vender mañana y tarde estos artilugios pirotécnicos que son la delicia de los niños.