Tabasco es la tierra del huachicoleo, ahora ya no sólo de combustible, sino también de agua potable. Así lo revelaron el Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) y la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS).
De acuerdo al director del SAS, Carlos Rubio González, en el municipio de Centro se han detectado alrededor de 800 tomas clandestinas del vital líquido, principalmente en villas y rancherías, la cual es usada para la ganadería y la agricultura.
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“Llevamos más de 800 correcciones de tomas clandestinas; traemos un programa muy intensivo del área comercial para detectar y corregir; en este caso, nosotros invitamos a que se regularicen y lo han estado haciendo”, explicó el funcionario.
Aclaró que no se tienen procedimientos penales o legales en contra de quienes incurren en estos actos: “Se les cobra agua consumida no facturada; procedimientos como tal, es primero detectar, de ahí invitar, se les hace el cobro pertinente. No tenemos procedimientos penales o legales, se les hace una invitación a regularizarse”.
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También en Centla hay huachicoleo de agua
Por su parte, el director general de la CEAS, Armando Padilla Herrera, señaló que en el municipio de Centla se detectó una toma que tenía decena de tomas clandestinas, cuyo destino era la actividad ganadera.
“Donde se presenta con intensidad el fenómeno es en la línea que va de Chichicastle a Frontera, y obviamente, hemos venido nosotros recuperando esa red que es de 47 kilómetros; ya tenemos avanzados más de 20 kilómetros, sellando todo lo que son tomas clandestinas que obviamente van para jagüeyes y temas que nada tienen que ver con el consumo humano”, agregó el funcionario.
Señaló que para realizar esta acción, la gente rompe y de ahí es que toma el agua; “Entonces, ahí prácticamente lo que hemos invertido en ese asunto nos ha ayudado a la recuperación.
“Cuando nosotros llegamos a CEAS se producían 250 litros por segundo en Chichicastle y llegaban 29 a Frontera; ahorita están llegando 59 litros por segundo, ya prácticamente duplicamos con la recuperación”, concluyó.