El encargado de despacho del Colegio de Biólogos, Víctor Centeno Pérez afirmó que el derrame de aceite en el litoral paraiseño pone en situación de riesgo tanto a la flora como a la fauna marina.
Refirió que el crudo sobre la superficie del mar obstruye la entrada de luz al lecho marino a grado tal que paulatinamente va acabando con las algas de las que se alimentan cientos de especies y organismos.
"En otro aspecto, cuando esto permanece mucho tiempo en el agua, empieza a afectar el sistema reproductivo y digestivo de peces, tortugas y delfines, principalmente por su alto grado tóxico", explicó.
Aunado a ello, el impacto secundario por afectaciones a nivel de playa debido a que el hidrocarburo despide ácido sulfhídrico dañino para la salud de los seres humanos y que puede generar problemas respiratorios a los habitantes de las comunidades cercanas.
Consideró un acierto que las autoridades estatales hayan decidido cerrar el acceso a las playas de la demarcación por la fuga en tanto se realizan las acciones de saneamiento.
Está restringido -dijo- el acceso a ciertas playas para prevenir riesgos a la salud de los visitantes.
Coincidió con la versión de PEMEX en el sentido de que se trata de una chapopotera, fenómeno que se da en la temporada de huracanes.
"Las hay en toda la zona del Golfo de México Y sirven para detectar posibles yacimientos petroleros", expresó.