El panorama es desalentador para la población de la ranchería Boquerón del municipio de Centro. Los refugios temporales a los que debieron recurrir los damnificados operan entre el agua y no hay autoridad que les tienda una mano.
Ejemplo de ello, es el albergue que fue habilitado en la Escuela Primaria “José María Pino Suárez” que se localiza en la cuarta sección de la comunidad, donde la gente pide ayuda desesperadamente.
Necesitamos apoyo en este albergue, ya tenemos el agua en el piso; somos varias familias con niños, necesitamos que nos ayuden con mercancías, colchonetas y cobertores
Afectada
Comentó que es vecina del llamado Callejón de los Cocos, su vivienda se fue al agua, pudo rescatar algunas cosas, pero la mayoría de sus muebles y aparatos eléctricos se echaron a perder.
También las familias que se resisten a salir de sus hogares por temor a la rapiña, se han cansado de pedir auxilio con despensas y agua, principalmente, sin embargo todo ha resultado inútil.
La creciente afectó no solamente a las familias, sino también a algunos negocios, incluso a los pocos consultorios médicos que existen en la zona.
A lo largo de varios kilómetros de la carretera a Boquerón, se pueden observar las afectaciones que han dejado las inundaciones, sobre todo decenas de casas abandonadas por sus propietarios.
Hay quienes han optado por instalarse bajo pequeñas chozas levantadas con palos y láminas, casi a orillas de la vía de comunicación, resguardando sus cerdos, gallinas, patos, pavos y otras aves de corral.